Los sueños de la NBA están hechos de hazañas de héroes y luchas contra villanos de película marcados por malas formas, juego sucio, acciones fatales y decisiones incomprendidas, publica diario AS de España.
Ron Artest / Metta World PeaceUn Defensor del Año y all star en 2004 que se coronó con los Lakers de 2010, cuando fue vital en el anillo conquistado en siete partidos contra los Celtics. Justo después, dio las gracias desde el podio de la rueda de prensa a su psicóloga. Un jugador con problemas de control, algunas acciones literalmente violentas y escándalos desde su llegada a la NBA, cuando bebía cognac en los descansos de su temporada rookie con los Bulls. Su punto más bajo, claro, la gran pelea de la historia de la Liga, el Malice At The Palace en el duelo entre sus Pacers y los Pistons. Fue sancionado, tras saltar a la grada y pegar a aficionados, sin jugar el resto de la temporada (73 partidos de regular season y 13 de playoffs), lo que le supuso unas pérdidas en salario de casi 5 millones de dólares. Su violento codazo a James Harden (en un Lakers-Thunder de 2012), otro punto bajo de una carrera cuyos demonios exorcizó en la autobiografía No Malice.Un caso de una sola jugada que marcó una carrera. Washington era un forward grande y muy activo en defensa, duro, que fue elegido por los Lakers con el número 5 del draft de 1973. Llegó a ser all star y también jugó en Celtics, Clippers, Warriors… Pero el 9 de diciembre de 1977 cometió un error que afectó de forma drástica a su carrera. Rudy Tomjanovich, el que fue legendario entrenador de los texanos, jugaba en los Rockets que esa noche se enfrentaban a los Lakers. Acudió a separar una trifulca, algo sobre lo que hay distintas teorías porque no hay imágenes claras, y se llevó un brutal puñetazo de Washington. Las imágenes captaron perfectamente el golpe, Tomjanovich quedó en el suelo, en medio de un charco de sangre con fracturas del tabique nasal y las corneas. Washington fue sancionado por toda la temporada (quedaban 26 partidos) y 10.000 dólares. Todo el mundo lo consideró un villano, Saturday Night Live hizo gags con el puñetazo y John Feinstein publicó un libro (The Punch) sobre la infame jugada. Washington quedó marcado y acabó siendo traspasado por los Lakers.Un increíble talento que fue cuatro veces all star, entró en el Mejor Quinteto en 1994 y en un Segundo Quinteto Defensivo. Jugó en grandes equipos, como los Knicks finalistas en 1999 (fue el máximo anotador de su equipo en la lucha por el título) y los Wolves de 2004, aspirantes a todo con él, Sam Cassell y un enorme Kevin Garnett. Pero también fue una fuente constante de problemas. Señalado por la opinión pública tras su incidente con el entrenador PJ Carlesimo cuando jugaba en los Warriors, en 1997. En un entrenamiento, acabó cogiendo del cuello y asfixiando a Carlesimo durante varios segundos, hasta que fueron separados. Había amenazado de muerte al entrenador, al que atacó otra vez tras pasar por la ducha. La NBA le acabó suspendiendo para toda la temporada y los Warriors le cortaron tras una primera sanción de diez partidos que fue muy criticada. Acabó perdiendo casi todo por un divorcio ruinoso y después de rechazar una oferta de renovación de los Wolves, que le ofrecieron una extensión que le garantizaba, con 33 años, más de 27 millones. Dijo que no la aceptaba porque tenía “hijos que alimentar”. Jugó sin extensión el curso 2004-05, le fue mal, salió de la NBA y no vio más dinero como jugador profesional.No era el más duro de aquellos Celtics legendarios de los años 80… pero sí el más sucio. Al menos, el que más sacaba de quicio a jugadores y aficiones rivales. Ainge era considerado el agitador, el que iniciaba peleas que acaban siendo masivas, el que se metía en la cabeza de los contrarios para sacarles del partido. Su mayor tangana, con Tree Rollins, le dejó una cicatriz en un dedo. En las Finales de 1987, le compró a un aficionado de los Lakers su camiseta, en la que ponía “I Hate Danny Ainge”, oído a Danny Ainge, y realizó el calentamiento con ella puesta. Después, en los Suns, dejó otra imagen lamentable cuando lanzó con mucha fuerza un balón a la cara de Mario Elie (Rockets). Fue dos veces campeón con los Celtics e integrante del equipo de 1986, uno de los mejores de la historia. Y estaba en los Suns que en 1993 jugaron las Finales contra los Bulls de Michael Jordan.","isAccessibleForFree":true}
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(VIDEOS) A lo largo de la historia se han presentado situaciones violentas protagonizadas por figuras.
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Los sueños de la NBA están hechos de hazañas de héroes y luchas contra villanos de película marcados por malas formas, juego sucio, acciones fatales y decisiones incomprendidas, publica diario AS de España.
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