Glenda Morejón regresó a casa con una medalla de plata al cuello y un diploma olímpico en la mano, luego de su doble participación en las pruebas de marcha de los Juegos Olímpicos París 2024. La andarina tricolor fue homenajeada en Ibarra, ciudad a la que ofreció sus logros, pero de la que espera también el apoyo para “las nuevas generaciones y futuros campeones olímpicos”.
Glenda recorrió las calles de su ciudad y respondió con una sonrisa el saludo de su gente, que acompañó el paso de la caravana motorizada que cerró en el paseo Pilanqui, en el centro de Ibarra.
Morejón dijo estar agradecida por el apoyo recibido, el cariño de su gente y de la empresas que apuntalaron su camino a París 2024.
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“Esta medalla es de todos, pero es también un recordatorio de que, aunque el camino sea largo, con perseverancia y dedicación todo es posible”, dijo en su intervención durante el acto realizado por la Alcaldía de Ibarra.
“Es un día lleno de emociones, no solo por lo que representa la medalla, sino por lo que conlleva en cuanto a esfuerzo, dedicación y sacrificio, el trabajo en esos momentos amargos cuando quise abandonar todo, por eso creo que recibir una medalla es un honor indescriptible, que todavía no logro asimilar. Esta medalla es de plata, pero por todo lo trabajado su valor es incalculable”, dijo la medallista olímpica.
“Quiero compartir este logro”, enfatizó Morejón, antes de mencionar a las personas y marcas comerciales que la acompañaron en este camino. “A todos los que han creído en mí, gracias”, dijo consciente de que su logro es la semilla “para una nueva generación de deportistas” a los que llamó a “nunca rendirse”, porque recordó que los “sueños pueden hacerse realidad”.
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El acto protocolario organizado por la Alcaldía de Ibarra sirvió también de plataforma para comprometer a las autoridades a incrementar su apoyo al deporte con la construcción de una pista atlética “para promover el atletismo en un espacio digno” que forme a los “futuros campeones olímpicos”, expresó. (D)
