Quienes forman parte de la actual administración de la Federación Deportiva del Guayas (FDG), que la preside Roberto Ibáñez, y que tiene más de siete meses en funciones, desconocen la fecha en que se entregó la estatua del mejor jugador del fútbol ecuatoriano Alberto Spencer Herrera a la matriz del deporte amateur del Guayas, solo saben que al inicio de su gestión la encontraron abandonada, en franco deterioro y con su base de madera malograda por el agua.