Con una dramática remontada final, Los Angeles Rams vencieron el domingo 23-20 a los Cincinnati Bengals en su flamante SoFi Stadium y conquistaron el segundo título de Super Bowl de su historia.

Un touchdown de su receptor estelar Cooper Kupp a un minuto y 25 segundos del final dio el primer campeonato a los Rams desde el logrado en 1999, cuando tenían como sede St. Louis (Misuri).

Los Rams suceden así en el palmarés de la liga de football americano (NFL) a los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady. Ambas son las únicas franquicias que han alzado un título de Super Bowl en su propio estadio.

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“Estoy tan orgulloso de este equipo (...) Hay tantos chicos en nuestro equipo que se merecen esto, que se entregaron en cuerpo y alma a este equipo”, declaró el mariscal de campo Matthew Stafford, quien encontró la gloria en Los Ángeles tras 12 campañas de frustraciones en los Detroit Lions.

Cooper Kupp se coronó como el mejor receptor de la liga y fue reconocido con el premio MVP (Jugador Más Valioso) de la final, con dos touchdowns y 92 yardas de carrera.

“Cuando llega la hora de la verdad, podemos contar el uno en el otro”, declaró Kupp. “Son muchos horas juntos (con Stafford). El entrenador nos dijo: ‘Matthew, tú y Cooper salid a acabar esto’”.

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La conexión entre quarterback y receptor acabó frustrando la extraordinaria resurrección de los Bengals, que hace dos años era el peor equipo de la liga.

El joven Joe Burrow, considerado uno de los herederos del retirado Tom Brady, acabó el partido diezmado físicamente y recibiendo una captura definitiva de Aaron Donald en la última jugada del choque.

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“Esto duele, pero hemos tenido un gran año”, declaró Burrow, de solo 25 años. “Me decepcionó mi actuación. Pensé que podría habernos dado la oportunidad de ganar. Pero uno vive y aprende”. (D)