Entrevista a Polo Baquerizo sobre su salida de TC Televisión: “Cómo no me va a doler hacer esto, me obligaron a demandar”

El ‘eterno perdedor’ quiere ganar la batalla más importante de su carrera laboral: una jubilación digna, que garantice sus años dorados al lado de su esposa de toda la vida Laila de la Torre y que sea la contención para una discapacidad que por ahora evita abordar.

Polo Baquerizo también se abstiene de referirse a sus pasos inmediatos en televisión, o en otras plataformas, luego de que a finales de enero saliera a la luz su salida de TC Televisión, su casa laboral por “47 años y medio”, precisa.

La realidad es que, en estos momentos, que llama “incómodos”, la cabeza, energía y corazón del comunicador de 68 años (así como unos “lagrimones” que se pega puertas adentro, revela) están en una demanda en contra del mencionado canal. ¿Qué pide? “Mis derechos laborales, como no haber tenido seguro social”, ilustra el conductor del extinto Haga Negocio Conmigo.

“Por décadas he pagado seguro particular, bastante caro, para mi mujer, yo y tres hijos. Tengo una discapacidad, que he manejado con un perfil muy bajo y que me descubrieron en febrero de 2021. Prefiero mantenerla así (en reserva), pero si usted revisa mi cédula dice que es de 59%. No estamos hablando de cualquier cosa”.

Para esta entrevista Baquerizo está acompañado de uno de sus tres abogados, el doctor Elio Quintero, quien explica el pedido de su patrocinado. “Durante todo el tiempo que Polo trabajó para el canal, nunca estuvo afiliado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Ahorita mismo, por ejemplo, pudiera estar gozando de su jubilación”, señala el jurista. “La demanda que hemos presentado es por despido intempestivo, es por el pago de los haberes nunca cancelados, de los décimo tercero y décimo cuarto sueldos, vacaciones de todos los 47 años, y de utilidades”.

El popular presentador recuerda que está afuera de TC desde octubre del año pasado, fecha hasta la que cumplió diferentes actividades, aunque fuera de pantalla. “Haga negocio conmigo de un momento a otro, sin pena ni gloria, en el 2016 lo sacan del aire, sin razones. De ahí me pasan a De casa en casa, durante 4 años. Vino la pandemia nos mandaron a todos a la casa… y el programa volvió cuando la pandemia bajó, pero ya no me convocaron. Una vez más me dejan afuera”.

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Desde ese momento, el animador asegura que trabajó en proyectos internos para el canal, como promociones, screening para clientes, entre otros. “Ese es el rol que me pusieron para estar ahí. Igual se hablaba de un nuevo programa, pero nunca se dio”.

La situación empeoró, agrega, cuando le proponen un contrato por un año, “que me pueden sacar en cualquier momento sin indemnización ni nada, que pueden usar mi imagen por 10 años, etcétera... Alguien que tenga conciencia jamás iba a firmar eso”.

“A mí no me hace gracia haber tenido que demandar”

Como lo hace en más de una entrevista y con diversos medios, Polo nos muestra los logros que ha conquistado “con el sudor de mi lengua, primero en radio y luego en televisión” con mucho entusiasmo y su típico humor (”Polo, se me quedó una pregunta por fuera...”, “¿qué, en la calle?”).

En su residencia, donde se dio este diálogo, en efecto enseña las tres radios con las que se informa y entretiene, una que otra reliquia de HNC (como unos tirantes dorados), cuadros y estampitas de la Virgen de la Dolorosa. Es muy devoto de la fé católica y hasta el sol de hoy le atribuye a Dios el milagro de su existencia, pues nació ochomesino el 23 de marzo de 1955.

Esta es otra prueba, admite. Y tal vez una de las más duras, porque en medio de su frustración y dolor se percibe que no hay sentimientos negativos hacia la estación televisiva. A pesar de que se detiene unos segundos para llorar y su rostro se enrojece, se repone enseguida.

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“A mí no me hace gracia haber tenido que demandar, porque cuando usted se ha entregado de alma, vida y cuerpo, haber hecho montones de cosas que la gente no lo sabe, haber llevado a través mío a dos figuras que impactaron al canal… Cómo no me va a doler hacer esto, me obligaron a demandar”.

Entonces, ¿por qué accedió trabajar tantos años sin estar enrolado, como dice? “Cuando uno ama un trabajo, uno siente pasión por lo que hace. Siempre tuve una buena relación laboral, tanto con los jefes como con los compañeros. Parte de las razones por las cuales yo no me iba a otro canal, (aunque) les agradecía por el privilegio de que a uno lo tomen en cuenta y lo quieren llevar y subir en una aspiración económica, como cualquiera, es porque era piel para mí el contacto con mis compañeros, con todos. Tenía un peso un peso muy grande”.

De todas maneras, su defensor comparte sus expectativas positivas para su demanda, asegurando que en el contexto ecuatoriano hay “innumerable sentencias positivas” para los empleados en este tipo de demandas.

Por lo pronto, Polo Baquerizo se abstiene de mencionar cuáles son sus siguientes pasos en lo laboral. “Créame ahorita no me siento (sic), porque para hacer algo hay que hacerlo bien y soy muy exigente, conmigo y con la gente que ha trabajado conmigo, en el buen sentido de la palabra. Porque normalmente los productores mandan un memo, yo era de reclamar en ese momento terminado el programa. Los llevaba a tomar un café. Yo fui esa clase de compañero”.

Pero lo que más le apena de todo, puntualiza, es no haber tenido la oportunidad despedirse del público. “Algunos dicen que estoy así, porque debí haber salido con una gran despedida… No soy ese tipo de personas, no peco de vanidoso. Lo que sí me duele es que no me hayan dejado decir ‘gracias, ya no voy a acompañarlos, sepan que los quiero, que me han hecho muy feliz’”. (I)