El manejo emocional es clave para disminuir los accidentes viales, un aspecto que a menudo queda relegado, pero que puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un siniestro de gravedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las emociones negativas, como el enojo y la frustración, pueden aumentar el riesgo de accidentes de tránsito en un 10-15 %. Esta situación resulta especialmente alarmante en el contexto ecuatoriano, donde se han registrado cifras preocupantes.

Al menos 5 personas murieron cada día, en promedio, por accidentes de tránsito en Ecuador durante el primer semestre de 2024

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) informó que en 2023 se contabilizaron más de 23.000 accidentes de tránsito en Ecuador, un número significativo que no solo representa daños materiales, sino pérdidas humanas y traumas. Gran parte de estos incidentes podrían haberse evitado si los conductores gestionaran sus emociones de manera efectiva. Además, un estudio de la Fundación Cavat revela que la conducción agresiva representa el 20 % de los accidentes graves, un dato que refuerza la necesidad de tomar en serio el papel de las emociones detrás del volante.

Provincias con mayor índice de siniestralidad

Según los datos de la ANT, el primer semestre de 2024 se registraron 10.281 accidentes. Las provincias con mayor número de siniestros de tránsito son:

  • Guayas: 3.537 accidentes
  • Pichincha: 2.139 accidentes
  • Azuay: 664 accidentes
  • Manabí: 576 accidentes
  • Tungurahua: 522 accidentes

La frecuencia de siniestros en estas provincias indica áreas críticas en las que se deben fortalecer las campañas de concienciación y la educación vial.

En Quito se registran aproximadamente 10 siniestros de tránsito al día

Causas principales: una urgente llamada a la responsabilidad

Entre las causas más comunes de los accidentes en Ecuador se destacan la imprudencia y la impericia de los conductores, sumando 4.032 casos. A esto se suman otras prácticas peligrosas, como el irrespeto a las señales de tránsito (1.830), el exceso de velocidad (2.073) y la conducción bajo los efectos de alcohol o drogas (832). Estos datos subrayan la necesidad de un cambio de mentalidad entre los conductores y un mayor compromiso hacia la seguridad vial.

La importancia de la educación emocional en la conducción

Las autoridades y expertos en seguridad vial recomiendan estrategias de manejo emocional para reducir el riesgo de incidentes. Adoptar una mentalidad serena y evitar situaciones que puedan desencadenar reacciones impulsivas podría contribuir a prevenir accidentes. Además, la incorporación de educación emocional en los programas de formación de conductores es una medida que ha mostrado resultados positivos en otros países y podría aplicarse en Ecuador.

“Reducir los accidentes depende de todos: instituciones, conductores y la sociedad en general, quienes deben trabajar juntos para establecer una cultura de respeto y prudencia en las vías”, explican los profesionales. (I)