La trama de Jurassic Park dejará de ser ficción para convertirse en realidad, al menos, en la parte de revivir animales extintos.

La compañía Colossal Biosciences anunció su plan más ambicioso hasta la fecha: traer de vuelta al moa gigante de la Isla Sur, un ave no voladora que dominó Nueva Zelanda hasta su extinción hace 600 años.

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Esta criatura prehistórica alcanzaba los 3.6 metros de altura y era la más grande de nueve especies de moa que desaparecieron por la caza humana.

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¿Cómo “revivirán” a los moa?

La compañía de biotecnología promete completar el proyecto en una década utilizando ingeniería genética, reseña el sitio web Live Science.

Ese mismo medio señala que, a pesar de la fe puesta en el proyecto, los científicos comenzaron a cuestionar si lo que obtendrán será realmente un moa o será un híbrido con características similares.

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El proceso involucra extraer ADN de los huesos conservados de las nueve especies de moa y compararlo con el de aves vivas para identificar las características genéticas específicas.

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Los investigadores planean modificar el genoma de un emú o un tinamú, los parientes vivos más cercanos del moa, e implantar las células alteradas en una madre sustituta.

Los polluelos resultantes no serán liberados en la naturaleza ni mantenidos en zoológicos, sino que vivirán en reservas naturales cercadas.

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Esta no es la primera vez que Colossal genera controversia. En abril afirmó haber “resucitado” al lobo terrible de la era glacial, aunque los expertos señalaron que solo había creado lobos grises con algunos rasgos seleccionados del lobo extinto.

Los científicos independientes critican duramente el proyecto, argumentan que no existe una vía de ingeniería genética que pueda restaurar verdaderamente una especie perdida, especialmente una que ha estado ausente de su contexto ecológico durante siglos, apunta el citado medio.

 

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Philip Seddon, profesor de zoología en la Universidad de Otago, señaló que cualquier resultado “no será, no puede ser, un moa” sino una criatura híbrida.

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A pesar de las críticas, Colossal sostiene que el proyecto podría generar grandes avances en el conocimiento del ADN de especies extintas y ayudar en la conservación de aves en peligro a través del desarrollo de tecnologías como huevos artificiales.

(I)

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