<a href="https://www.eluniverso.com/temas/estados-unidos/" target="_blank" rel="" title="https://www.eluniverso.com/temas/estados-unidos/"><b>La Espuma Metálica Compuesta (CMF por sus siglas en inglés) es un nuevo material que podría revolucionar las industrias automotriz y nuclear</b></a>. Este material es ligero y resistente, por lo que puede soportar cargas pesadas repetidas a temperaturas abrasadoras.De acuerdo a <a href="https://interestingengineering.com/military/worlds-most-advanced-nuclear-submarine" target="_blank" rel="" title="https://interestingengineering.com/military/worlds-most-advanced-nuclear-submarine">Interesting Engineering</a>, científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han diseñado este material innovador y resistente.Las pruebas exhaustivas demostraron que el CMF tiene su integridad incluso al ser sometida a millones de ciclos de tensión a temperaturas de hasta 600 grados Celsius (1.112 grados Fahrenheit).Este material puede ser usado en cualquier ámbito, desde motores de automóviles y piezas de aviones a reacción hasta tecnología especializada de reactores nucleares (vaina de combustible para reactores).La autora del <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10853-025-11516-y" target="_blank" rel="" title="https://link.springer.com/article/10.1007/s10853-025-11516-y">estudio</a> y profesora de ingeniería mecánica y aeroespacial Afsaneh Rabiei explicó en un comunicado de prensa del 7 de octubre: “La CMF posee numerosas propiedades atractivas, lo que la hace atractiva para una amplia gama de aplicaciones”.<b>Este material se crea al incrustar esferas huecas -hechas de metales como el acero inoxidable o el níquel</b>- dentro de una matriz metálica sólida.Esta composición es la responsable de que el CMF sea muy resistente a las fuerzas de aplastamiento y proporcione un aislamiento superior contra las altas temperaturas en comparación con metales convencionales como el acero.<b>En esta investigación se usó CMF compuesto por esferas de acero en una matriz de acero para probar su rendimiento en condiciones extremas</b>. El diseño ofreció una alta relación resistencia-peso.Las muestras fueron sometidas a repetidas cargas de compresión-compresión a tres temperaturas distintas: temperatura ambiente (23 °C), 400 °C y 600 °C (1112 °F).<b>El CMF resistió la fatiga a 400 °C: el material aguantó 1.3 millones de ciclos de tensión repetidos en las pruebas</b>, donde la carga alternó entre 6 y 60 megapascales (MPa).Incluso a la temperatura extrema de 600 °C (1112 °F), pudo resistir un ciclo de carga de entre 4,6 y 46 MPa durante más de 1,2 millones de ciclos sin presentar signos de fallo.Los investigadores tuvieron que suspender ambas pruebas por limitaciones de tiempo, esto quiere decir que el límite de fatiga real del CMF.<b>(I)</b>