Unos 1.000 salvadoreños participaron el pasado sábado en una peregrinación con velas en San Salvador, para recordar el 38º aniversario de la muerte de Óscar Arnulfo Romero, el arzobispo asesinado en 1980 y que pronto será canonizado por el Vaticano.

“Ahora no es monseñor, hoy es nuestro san Romero”, “A Dios elevamos nuestro canto, porque El Salvador ahora tiene su santo”, eran parte de las frases que coreaban los participantes en la peregrinación que partió de la llamada Plaza Salvador del Mundo en el sector oeste de la capital.

Muchos portaban farolitos hechos con una vela y cartón, y vestían camisas estampadas con el nombre del arzobispo, mientras otros portaban pancartas, carteles y pequeñas estampas de monseñor Romero, beato de la iglesia Católica, en sus manos. “Es una celebración muy especial en esta ocasión, pues estamos celebrando a un hombre que pronto será un santo, no solo para nosotros los salvadoreños sino para el mundo entero y eso nos llena de alegría”, dijo el jesuita José María Tojeira.

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La peregrinación recorrió unos tres kilómetros hasta llegar a la catedral de San Salvador, en donde los participantes se disponían a efectuar una vigilia con música en su honor. El pasado 7 de marzo, el Vaticano anunció que el papa Francisco firmó los decretos que permiten la canonización de monseñor Romero. (I)