Desde pequeña a Ana Gómez le gustó cocinar. Cuando vivía en Manabí y aunque era una niña, muchas veces le tocó preparar el almuerzo y lo hacía con gusto. De sus padres aprendió a hacer el pan de yuca, bocado que junto con yogur vende desde hace catorce años en la ciudadela Puerto Azul, en la vía a la costa.