Un dirigente chino llamó a “intensificar los esfuerzos en contra del separatismo” en Tíbet, indicio de que China está dispuesta a aumentar la presión sobre la región himalaya.

Wang Yang, cuarto en la jerarquía del Partido Comunista, dijo según declaraciones publicadas ayer que es importante ejercer más control sobre las instituciones budistas en Tíbet, y que serán necesarias “medidas de preparación y precaución para proteger la calma”.

Los líderes religiosos deben “ser valientes y luchar contra los elementos separatistas” a fin de preservar la unidad nacional y la estabilidad social, dijo al estar de visita en el Tíbet.

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China conquistó Tíbet poco después la revolución comunista de 1949 y las medidas de seguridad allí han sido intensificadas desde que estalló una ola de protestas en el 2008.

Wang es director del principal comité de asesoramiento político del gobierno y por ende tiene responsabilidad sobre políticas religiosas. En sus comentarios, repitió el pedido del gobierno de que todas las regiones se adapten a la política de ateísmo oficial. (I)