Cuando tienes prisa, presionar el pequeño botón amarillo resulta inevitable. Promete acortar la espera, pero la luz no cambia. Lo oprimes por inercia una y otra vez, pero el semáforo sigue sin darte luz inmediata para cruzar la calle.

Desde el 2003 los botones o pulsadores peatonales han sido instalados en el sistema de semaforización que la Municipalidad administraba: centro de Guayaquil y las tres troncales del sistema de transporte Metrovía.

Los peatones han visto y han presionado los botones, pero sus comentarios de que "el equipamiento es inútil", hacen eco en la ciudad.

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"¿Por qué los instalaron si no sirven?" "solo consumen luz" y "ni siquiera entiendo cuál es su función", son algunos comentarios que los peatones hacen al respecto.

Entre las opiniones recolectadas durante el recorrido que hizo Diario EL UNIVERSO por las calles de Guayaquil, está la de Raúl Pérez de 34 años, quien comentó que el botón peatonal "está de adorno".

Al cúmulo de comentarios negativos en contra del aparato amarillo se suma el de Ivanna López, una usuaria del transporte urbano Metrovía. Ella asegura que es un botón placebo. "Parece que funciona pero en realidad no. No importa qué tanto lo presionemos, nunca cruzamos la calle antes, contrarresta la ansiedad y así evita que nuestra vida corra peligro al pasar, pero no sirve. O al menos esa es mi teoría", aclara.

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Pero veamos, los pulsadores peatonales ¿No funcionan o simplemente no los sabemos usar?

La función de los botones es enviar un "pulso o llamado" para que el semáforo peatonal le permita el paso seguro al peatón. Pero este no es inmediato.

¿Cómo funcionan?

Para que el paso de verde a rojo se dé, el tiempo asignado a los vehículos debe concluir para atender la demanda del peatón. Además, en las mismas intersecciones semaforizadas, donde están instaladas botoneras peatonales y no se realiza ninguna pulsación, el flujo vehicular es continuo.

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Según explica Fernando Navas, Director de Planificación de Tránsito en la ATM, en semaforización hay dos programaciones: 'fija' y 'bajo demanda'.

La programación en tiempo fijo consiste en que el sistema se ejecuta las 24 horas, exista o no peatón. Es decir; el ciclo y la duración son invariables. Un ejemplo, señala, es la avenida Carlos Julio Arosemena, donde está instalado el pulsador aunque el flujo peatonal no sea masivo.

En la programación bajo demanda, la intersección siempre estará en verde, cuando alguien oprima el botón, se hace un llamado. El peatón debe esperar el tiempo de seguridad programado de 10 o 15 segundos para que corra la fase semafórica y se active.

El tiempo de espera, según lo indica Navas, no será mayor a 40 segundos luego de aplastar el pulsador peatonal. Entonces, el tiempo total, incluyendo el cruce de la calle, será de aproximadamente 50 o 60 segundos.

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Sin embargo, a través de una prueba se pudo constatar que aunque el tiempo total del semáforo sí es de 60 segundos, el tiempo no se altera al presionar el pulsador peatonal.

El tiempo que tiene la persona para su cruce es únicamente de 26 segundos.

La tecnología de los pulsadores está en toda la ciudad, pero no en todas las intersecciones. En la actualidad hay 200 botoneras peatonales distribuidas en Guayaquil.

La mayor cantidad de este equipamiento se encuentra en la vía a Daule, Av. Carlos Julio Arosemena, Troncal 3 Terminal Bastión Popular- Centro, Paradas de pasajeros en las calles Eloy Alfaro, Chile, Rosa Borja de Icaza, Domingo Comín, Roberto Serrano, de la troncal No.1; paradas de pasajeros en las calles 25 de Julio, Quito, Pedro Moncayo, Kennedy; en cruces peatonales, inmediaciones de locales escolares.

La durabilidad depende del peatón

Las antiguas botoneras son más propensas a sufrir daños. (Cortesía).

La Empresa Pública de Tránsito Municipal de Guayaquil (EPMTG) adquiere las botoneras y la Agencia de Tránsito Municipal (ATM), empresa encargada del mantenimiento preventivo y correctivo, realiza el cambio dentro del año de contrato.

Silvia Campaña, jefa de semaforización, indica que la garantía que dan los fabricantes es de cinco años. Sin embargo, el tiempo de vida útil está relacionada al uso de la botonera, dependiendo del lugar donde esté instalada: lugares de alta o baja demanda peatonal, sumado al uso indebido que se le da. "El usuario, debe hacer el llamado una sola vez. No pulsar o golpear varias veces el botón", agrega.

Como empresa pública realizamos la repotenciación del equipo, hasta que existan repuestos en el mercado. Se realizará el cambio de todas las botoneras de manera mensual.

Fernando Navas asegura que el problema de las tergiversaciones sobre el botón radica en el poco cuidado que la ciudadanía presta al equipo y considera que "el problema es el vandalismo".

Muchas de las antiguas botoneras dejaban de funcionar por daños; goma, destornillador, chicle y cortocircuitos son las causas más comunes. Al respecto, la Agencia de Tránsito Municipal cambiará durante el año, las antiguas botoneras, más propensas a sufrir daños, por tecnología táctil, que se activa a través de un sensor.

En lo que va de enero, 35 unidades han sido instaladas en la vía a Daule.

Aproximadamente 450 nuevas botoneras con sensor táctil serán instaladas en el 2020. (Cortesía).

El propósito es tener un sistema con semáforos peatonales con contador regresivo además de una leyenda en lenguaje braille que indica “Pulse para cruzar” que le brinda mayor seguridad. De esta manera, el peatón puede ver cuánto tiempo tiene para iniciar su cruce en la vía.

La EPMTG está evaluando la implementación de botoneras audibles, en zonas o corredores, para guiar a las personas no videntes a un cruce seguro y que le indique el nombre de la calle.

La seguridad al cruzar

Los siniestros de tránsito disminuyeron un 8% en comparación al 2018. En dicho año, 146 personas fallecieron a causa de accidentes de tránsito, ya sea en calidad de conductores, pasajeros o peatones. En el 2019 la cifra se redujo a 134.

Los peatones son uno de los colectivos del tráfico más vulnerables.

Las víctimas de este tipo del año pasado fueron 47, que en contraste con el 2018 visibiliza, según registros, un 18% menos.

En todo 2018 según informes de la ATM, hubo 57 fallecidos: diez muertos más que en 2019.

Contraste Fallecidos en Siniestro de Tránsito - Guayaquil. (I)