Han donado comida, insumos médicos, medicinas y vitaminas. Y también se enfocan en la enseñanza de herramientas (como huertos familiares, cursos y otros) para que la comunidad salga adelante, más en estos tiempos de crisis. Es la Fundación Young Living de Ecuador.

"A la pandemia uno la puede ver como una total desgracia o como oportunidad, yo la veo como una oportunidad de un cambio de visión, de predisposición de la gente por aprender, por obtener estas herramientas de desarrollo que antes no eran bien recibidas o que no había interés", cuenta Andrea Ollague, directora en Ecuador.

Esta fundación dio un aporte inicial de $25 000. Luego con donaciones locales de comida y con recaudación de fondos para insumos médicos llegaron a sitios con población vulnerable o de escasos recursos económicos.

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Al inicio de la pandemia repartieron comida a 100 adultos mayores y a 800 familias de la parroquia Chongón. A 220 les siguen dando alimentos cada 15 días, adicional a educación nutritiva (mediante folletos) y enseñanza de creación de huertos.

Dotaron con insumos a dos centros médicos particulares: consultorio González, en la isla Trinitaria, que con las ayudas que dieron pasó de 40 a 80 atenciones diarias. Y BioMedic, en Chongón, que pasó de atender tres días a la semana a seis. Con estos aportes, agrega Ollague, también pudieron sumarse dos médicos más para la atención en este último centro.

Ahora elaboran 10 000 mascarillas lavables para donar y alistan cursos de inglés para toda la comunidad, que empezarán este 30. (I)