La colorida y vetusta vivienda ubicada en Higueras y Costanera, Urdesa Central, pronto será historia.

Esta casa ha permanecido abandonada por más de 35 años; debido a su mal aspecto, fue identificada como la ''Casa embrujada'', lo que dio paso a leyendas y mitos. Se llegó a decir que allí penaban y que por las noches se escuchan voces y gritos. Aparte de eso, el sitio se convirtió en guarida de ladrones y maleantes además de personas sin hogar, lo que generó inseguridad en el sector.

El Municipio indicó que este lunes se realizó el desalojo de personas que ocupaban irregularmente el lugar, esto como parte de los preparativos para su demolición. El derribo se cumplirá en su totalidad, respetando la permanencia de los árboles de mangle y otras especies que se encuentran en el predio.

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Al momento de la inspección, en el interior del inmueble se encontraron colchones, zapatos, ropa y carteras deterioradas, además de preservativos e incluso colillas de cigarrillos, entre otros objetos y desperdicios de alimentos.

El cabildo indica que Luis Ávila, jefe de Justicia y Vigilancia, inspeccionó el sitio junto a varios de los delegados de esta dependencia, y se verificó el precario estado de la casa. En paralelo a esa inspección, un equipo técnico comandado por José Jaramillo, jefe de Control de Obras de la Subdirección municipal de Obras por Contratación Directa, evaluó la estructura para determinar los puntos críticos y establecer la forma más segura para su derrocamiento.

Ávila recordó que el pedido de demolición lo hicieron también los moradores de la zona, debido a que en el lugar se han registrado muchos actos de vandalismo.

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La mañana de este martes 17 se presentó un defensor de los propietarios del inmueble en el sitio, según personal del Municipio de Guayaquil que se encontraba en el sitio.

La comisaria municipal María Fernanda Garófalo indicó que la demolición seguirá en marcha. (I)