Durante la época del boom cacaotero se ideó la construcción de la obra más representativa de Guayaquil: el Palacio Municipal. Fue el 31 de julio de 1924, hace 100 años, cuando se colocó la primera piedra de este proyecto mentalizado por el el arquitecto italiano Francesco Maccaferri.
El Palacio, ubicado en la av. Malecón y República de Guayaquil (antes 10 de Agosto) frente al río Guayas y junto a la plaza de la Administración, está asentado sobre un área de aproximadamente 3.600 metros cuadrados en donde funcionaba la Casa Consistorial, habilitada como cabildo colonial desde 1817.
Palacio Municipal de Guayaquil, una joya arquitectónica frente al río Guayas
La edificación del estilo neoclásico, que se inauguró en 1929 en el centenario de la batalla de Tarqui, después de casi cinco años de construcción, es hasta la fecha el sitio donde convergen las principales autoridades de la ciudad y desde donde se toman las decisiones que dan el rumbo al Puerto Principal.
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También es una importante obra que está en el ojo de la actual administración para una rehabilitación integral.
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Si bien este punto de referencia del centro de la urbe ha tenido cambios sutiles no ha perdido su esencia, afirma Florencio Compte, docente de la Historia de la Arquitectura en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG).
En 1994, el Palacio Municipal ya pasó por un proceso de restauración durante la administración de León Febres-Cordero. A la fecha se mantienen casi intactas en su fachada bajorrelieves, columnas y la icónica cúpula que se visualiza desde diferentes zonas del casco central.
Para Compte algunas de las modificaciones han derivado del crecimiento propio del cabildo, por ello se han contemplado, a la interna, nuevas divisiones entre departamentos e incluso, divisiones improvisadas.
“Esta fue una edificación pensada para una ciudad en 1924. Ahora han crecido las dependencias municipales, han crecido los departamentos, ha crecido el requerimiento de equipos que tienen que ser manejados. Es un edificio que ha tenido que irse adaptando un poco, forzadamente, a este crecimiento”, afirma.
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Por este crecimiento, el alcalde Aquiles Alvarez en enero de este año anunció trabajos en el Palacio y manifestó que era necesaria la liberación de peso la edificación.
“Tenemos que ser conscientes de que el Palacio Municipal no fue pensado para tener cuatro mil personas trabajando ahí, ni oficinas. La planificación es para que en algún momento sea un museo”, expresó el alcalde en ese mes.
Hasta julio de este año, según el último reporte de transparencia publicado en la página web del Municipio, el cabildo contempla 4.209 empleados que ejercen sus funciones dentro del Palacio.
La autoridad mencionó, además, que parte de la planificación de reestructurar y liberar de peso al Palacio Municipal era tener como opción la estructura del Club de la Unión para el Municipio de Guayaquil.
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En la línea de la reestructuración de la edificación, el 25 de enero de este año, a menos de seis meses de que se cumpliera el aniversario 100 de la colocación de la primera piedra, se iniciaron trabajos de restauración. En ese mes se colocó un enmallado -que se mantiene hasta la fecha- en algunos sitios de las inmediaciones del predio.
Para mayo, según los registros del portal de Compras Públicas, se lanzó un proceso que iría por esa senda. La Municipalidad de Guayaquil informó de la necesidad de contratación de una ‘Evaluación, estudios y diseños para la rehabilitación estructural del edificio de la Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil’.
La problemática a cubrirse con este proyecto, tal como se detalla en el informe de necesidad, es “una evaluación para conocer el estado actual de la estructura y extender su vida útil con las nuevas técnicas de reforzamiento, conservando la identidad patrimonial e icónica del Palacio Municipal”.
Se detalla en los términos del proceso que los materiales “ya han tenido una exposición al medioambiente y a diferentes cargas de servicios y eventos críticos como sismos”.
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Para julio, según el portal de Compras Públicas, el proceso de consultoría fue adjudicado y a la fecha estaría en la fase de ejecución de contrato.
La firma consultora Mardired S. A. fue la adjudicada en el proyecto por el valor $ 164.351,84 más IVA con un plazo de ejecución de unos 150 días.
Para el historiador y docente universitario Ángel Emilio Hidalgo caminar hacia la descentralización del Palacio Municipal y ‘despoblarlo’ permitiría preservar la magnificencia de este tipo de arquitectura que se incorporó en la ciudad en los años 20 y que paulatinamente se fue adaptando a las necesidades de la Municipalidad.
“La vía es descentralizar y lograr que la presencia de la Municipalidad, del poder local se acerque a la ciudadanía. Que direcciones y otros departamentos puedan ocupar otras edificaciones”, manifiesta Hidalgo, quien recomienda que en el Municipio deberían constar solo la oficina del alcalde, la sala de sesiones (Salón de la Ciudad) y las oficinas de los concejales. (I)
