Con compromiso de vacunación, más registro de formulario para seguimiento se dio en hogar temporal a perritos rescatados dentro de bus en Durán

Copito, Pingüi, Firulais y Max fueron los nombres que sus adoptantes escogieron para cuatro de los 60 cachorros que consiguieron hogar ayer en el departamento de Bienestar Animal de Durán, luego de haber sido rescatados del interior de un bus en la vía Durán-Boliche.

La noche del pasado lunes en un operativo se logró hallar a más de 60 perritos en cartones, gavetas, cajas, en el interior de la bodega del bus. Estaban amontonados, aplastados y con falta de aire al punto que cinco de ellos no lograron sobrevivir. Dos personas que indicaron ser dueños del cargamento de mascotas se dieron a la fuga al enterarse de que el caso podría ser penalizado. Personal de Aduana y de la Policía Nacional colaboró con el operativo y los cachorros fueron llevados al departamento de Bienestar Animal de Durán.

El jefe de la dirección de Bienestar y Protección Animal de Durán, Joan Ortiz, explicó que activaron un operativo para rescatar a los perritos que estaban en cartones de guineos con orina, heces, completamente sucios. “Los atendieron cuatro veterinarios, pasaron procesos de primeros auxilios, estaban mal algunos perritos, se los medicó y solo se seleccionó a los que estaban estables para poder darlos en adopción”, dijo.

Ayer, decenas de familias se acercaron para adoptar a uno de los rescatados. Allí había perros de razas mestizas, rottweilers, french poodle, labradores, entre otros más, que variaban entre 2 y 3 meses.

Ortiz explicó que se los entregó en hogares temporales porque acumular a los perritos allí también es maltrato. Por eso cada adoptante llenó un formulario en que detallaba su dirección y compromiso de vacunar a las mascotas y dejó su copia de cédula que servirá para el seguimiento.

Raquel Calderón, de 45 años y madre de tres niños, explicó que ella acudió a adoptar un cachorrito para que acompañe a su hijo menor con diagnóstico de síndrome de Down e hidrocefalia.

“Yo necesitaba un cachorrito para que él interactúe, eso es como una terapia para los niños. Yo también le conseguí un gato, asimismo chiquito porque así pequeños él no les tiene miedo, pero con los grandes se asusta”, indicó.

Ella lamentó la situación en que fueron hallados los perritos. “Con esos perros de razas los hacen castizar. Se lucran con los animales. Yo vine para que me den cualquiera, pero da indignación cómo son tan crueles con los animales, estas personas deben pagar por esto”, expresó.

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El abogado Alejandro Vanegas, experto en temas de derechos de los animales y mascotas, explicó que la Dirección de Bienestar Animal de Durán debe poner la denuncia penal respectiva contra estas personas que tenían en su poder a los 60 cachorros.

“Estas personas han cometido el delito estipulado en el artículo 250.1 del Código Orgánico Integral Penal. Esto es, la muerte de un animal que se da como consecuencia de un hacinamiento. Hay que ponerse el máximo de la pena porque el animal es cachorro. Recientemente hubo una persona procesada por la muerte de tres gatos y ahora el Municipio de Durán debe poner el ejemplo para que caigan las personas que cometieron este ilícito”, explicó.

Ortiz, de Bienestar Animal de Durán, dijo que estarán pendientes de esta investigación para dejar un precedente y evitar que estas situaciones se repitan.

Cuidados luego de la adopción

La médico veterinaria Andrea Pombar comentó que esos tipos de cachorros que vienen de mamás explotadas están sin ningún cuidado porque a esas mascotas no las desparasitan, no las vacunan, ni las cuidan como deberían, por lo que tienen infecciones o parásitos.

Dijo que aparte del estado en que se encontraron los perritos es necesario que cada dueño los lleve porque tienen un estado de salud complejo. “Los más importantes son parvovirus y moquillo, verificar si tienen una correcta desparasitación y ahí empezar un plan de vigilancia”, explicó.

Añadió que a más del ámbito médico, también hay que darles una buena alimentación, un buen hogar, no sacarlos a la calle sin que tengan sus vacunas completas para evitar que se contagien con alguna enfermedad. (I)