Dos días después de haber sido atropellada por un bus de la línea 89 y de perder a su hija de 21 años en ese mismo hecho, Gina Pazmiño fue dada de alta y ahora se recupera en su casa, ubicada en la ciudadela Brisas del Río, en el norte de Guayaquil.

“Se salvó de milagro”, dice Liris Pazmiño a EL UNIVERSO, quien pide justicia por la muerte de su sobrina y las lesiones de su hermana, a quien se enyesó una pierna por una fractura. También tiene dolores por los golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo.

Liris aún no sale del asombro y de la pena que la embarga por lo que atravesaron sus parientes. Por un momento pensó que perdía a ambas mujeres. En un video que se viralizó en chats de WhatsApp se ve a Gina debajo del bus junto al cuerpo de su hija, quien cursaba el quinto semestre de la carrera de Medicina en la Universidad de Guayaquil.

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“Imagínese cómo dejan a las familias destrozadas con estos hechos”, comenta Liris.

Bus de la línea 89 se subió a la acera y atropelló a dos mujeres, madre e hija, en la Alborada, en el norte de Guayaquil. Esta última falleció en el sitio. Crédito: Bomberos de Guayaquil.

Pasadas las 14:00 del viernes 10 de septiembre, Gina y Elizabeth caminaban por la acera contigua a varios locales de venta de electrodomésticos, después de hacer unas compras en ese sector. El esposo de Gina se había adelantado en un vehículo con los artículos adquiridos.

“No hubo responsabilidad peatonal en lo absoluto. Un testigo dijo que él iba caminando atrás de ellas, las adelanta porque estaba con un poco de apuro y llega primero a la parada (de los buses del servicio urbano). Entonces este chico ve que el bus hizo una maniobra a velocidad irresponsable y se sube a la acera”, indica Andrés Escobar, familiar de las víctimas, quien ayuda en los trámites legales.

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“El viernes fue mi prima y luego tristemente va a ser otra persona, y se siguen destruyendo familias por irresponsabilidades”.

El bus de la Compañía de Transporte Saucinc S. A. se subió a la acera, tumbó una señal de tránsito, embistió a las dos mujeres y se estrelló contra la fachada de un negocio. “El conductor de la unidad de la línea 89 ha abandonado el lugar del siniestro”, dijo Milton Erazo, miembro de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil, el día del percance.

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Retratos de Elizabeth Véliz Pazmiño, quien tenía 21 años. Ella cursaba el quinto semestre de Medicina en la Universidad de Guayaquil. Foto: tomada de redes sociales abiertas.

Familiares, amigos y conocidos piden que este caso no quede en la impunidad. Varios de ellos publicaron la foto y nombre completo de una persona a la que identificaron como el conductor que fugó del lugar del percance: “Ayúdenos a buscarlo. Este tipo fue el causante de la muerte de Elizabeth Véliz Pazmiño. (Si) saben algo, no se olviden de darnos información por interno”. En el post se leen los nombres y apellidos Washington F. F. I.

En los registros digitales de la compañía dueña del bus involucrado consta un conductor con los nombres y apellidos de la persona señalada por los allegados de las víctimas. En su historial de conducción tiene 27 de los 30 puntos de su licencia (tipo D). Tiene trece citaciones pagadas y tres anuladas, del 2000 al 2019.

Entre las infracciones están exceder el límite de velocidad, conducir sin la licencia, dejar pasajeros en zonas prohibidas, no usar el cinturón de seguridad, por ejemplo.

EL UNIVERSO solicitó una entrevista a la empresa Saucinc S. A., pero no hubo respuesta. El día que ocurrió la tragedia, la compañía publicó un comunicado en su cuenta de Twitter en el que informó que trabaja con las autoridades para esclarecer los hechos.

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Revisión técnica vehicular del bus involucrado

El bus involucrado es uno de los micros eléctricos que compró la compañía hace unos años. En su carrocería tiene la numeración 0833 y en su placa constan los dígitos GBO-8815. Según los registros de tránsito disponibles hasta el 13 de septiembre pasado, su última revisión técnica vehicular, ante la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil, se realizó el 3 de marzo de 2020 (correspondiente a la primera revisión anual), es decir, hace 18 meses. No hay más registros de ese y de este año.

De acuerdo con el calendario de revisión vehicular para el transporte público que consta en la página web de la ATM, los carros cuya placa termine en dígito 5 deben pasar por la primera revisión en abril y la segunda revisión en octubre.

Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, explica que hasta el 2019 la institución exigió las dos revisiones anuales.

“En el 2020 debido a la terrible pandemia se tomó la decisión, aprobada por el Concejo Cantonal, de que durante ese año se haga una sola revisión técnica vehicular, para el 2021 se aplicó la misma cosa, el problema es que todavía no está aprobada la ordenanza. En esta semana deberá ser aprobada en segundo debate, donde se ratifica una revisión técnica vehicular para el 2021”, indica Amador, quien añade que los transportistas tienen hasta el fin de año para cumplir con la revisión única y que en el 2022 se analizará si se vuelve a las dos revisiones.

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No obstante, el funcionario señala que pese a que existe esta flexibilización, los propietarios deben llevar sus vehículos lo más pronto al chequeo.

“Lo ideal es que (la revisión técnica vehicular) debió haberla hecho mucho antes, a principios de año, a mediados de año. Las circunstancias son variadas, en algunos casos económicas, en otros casos por dificultades de los dueños que han fallecido o han estado enfermos”, comenta Amador.

El director de Transporte Público de la ATM de Guayaquil dice que los propietarios de los buses tienen la responsabilidad de dar el mantenimiento a las unidades más allá de los controles oficiales, como la revisión técnica vehicular que realizan en su centro de la vía a Daule.

Entonces, ¿cómo le consta a la ATM que los transportistas realizan el mantenimiento sin una evaluación propia? ¿Cómo incide la falta de mantenimiento en un vehículo, sea cual fuere la marca, modelo, tipo o modalidad, si fuere el caso?

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“Obviamente, si no hay mantenimiento correctivo o preventivo, el equipo, cualquiera que sea este, puede tener mayores probabilidades de fallo”, contesta Amador. (I)