El acudir a un campeonato en un coliseo repleto de personas creen que fue el momento en que cinco integrantes de una familia en Guayaquil se contagiaron con el COVID-19.

Una mujer de 34 años, su cuñada (esposa de su hermano), su sobrina, su suegra y su cuñada (hermana de su esposo): ellos estaban “invictos” en el contagio del virus. Sin embargo, la exposición a la aglomeración, los gritos, barras y abrazos que se vivieron en ese torneo creen que desataron la cadena de contagios.

En el caso de esta familia, la peor parte la llevó la mujer de 34 años, pues estuvo internada siete días en la clínica Kennedy Alborada con el 50 % de sus pulmones comprometidos. Ella no se había vacunado.

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El médico intensivista Alberto Campodónico, parte del equipo del hospital Clínica Kennedy y quien llevó su caso, comentó que, a pesar de ser una paciente joven, ingresó de emergencia con neumonía grave, baja saturación y con el 50 % de sus pulmones comprometido.

“Ella estaba sin vacunarse y aparte llegó a hospitalización con el cuadro muy avanzado, con síntomas de algunos días previos. Tuvimos que aplicarle plasma de convaleciente para que mejore, otra medicación como la Actemra, que estuvo algo escasa de conseguir”, comentó el doctor.

Los cuadros de pacientes con coronavirus han ido aumentando en las últimas semanas en Guayaquil. En algunos hospitales, como el Bicentenario, Los Ceibos, el Luis Vernaza y el hospital Clínica Kennedy Alborada, existe un leve aumento de pacientes confirmados con el virus.

“Con mi hermana sí nos asustamos mucho: siete días hospitalizada. Con suerte, se pudieron conseguir todos los medicamentos. Necesitamos cinco aplicaciones de plasma para que se salve. Se gastó como 12.000 dólares. Nosotros como familia hemos gastado como 15.000 dólares desde las consultas médicas, exámenes PCR, medicina, alimentación específica; es una enfermedad costosa...”, reflexionó el hermano de la mujer internada, oriundo de Quevedo pero residente en Guayaquil hace quince años.

Los contagios y las muertes diarias por COVID-19 se duplican en Guayaquil. Incremento se asocia a efectos del último feriado

En los hospitales, médicos están atentos ante este incremento leve de casos. Por ejemplo, en el hospital Clínica Kennedy Alborada hay seis pacientes con COVID-19 en hospitalización y tres en la UCI COVID-19, comentó el doctor Campodónico.

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Mientras que el jefe de la UCI del hospital Luis Vernaza, Luis González, indicó que hay un ligero incremento de dos pacientes promedio en UCI COVID-19 a cinco pacientes en los últimos días, la mayoría sin haberse vacunado. “Creemos que la movilización de personas en el último feriado es una de las causas de estos incrementos. Vamos a ver qué pasa en los próximos días”, dijo el experto.

Mientras que en el hospital Bicentenario, espacio que se creó al inicio de la pandemia para recibir a estos pacientes, también se registra un incremento. El pasado fin de semana recibieron a 37 pacientes con COVID-19, confirmados con hisopado antígeno.

El doctor Iván Barreto, director de ese hospital del Municipio de Guayaquil, comentó que este ligero aumento llama la atención, ya que poco a poco se han ido incrementando los casos de forma constante.

“Hace dos semanas detectábamos uno o dos pacientes máximo por día. La semana pasada fueron 10 pacientes. Y ahora, solo el domingo fueron 22 pacientes un solo día”, lamentó el doctor.

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Él explicó que estos son pacientes que incluso han tenido sus segundas dosis de la vacuna anti-COVID-19 aplicadas, por lo que la enfermedad ha tenido un comportamiento leve.

“Sí, son casos leves, que acuden al hospital con complicaciones, como dolor de cabeza intenso, malestar, fiebre, y algunos con el antecedente de que han estado en contacto con algún caso confirmado”, explicó el doctor.

La doctora Daysy Avilés explicó que el COVID-19 está afectando a los vacunados y no vacunados, porque ahora la sintomatología es muy variante: ya no es la pauta de fiebre, tos, pérdida de gusto u olfato, como en un inicio lo anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“No siempre está relacionada con la parte respiratoria; he recibido pacientes con dolores de cabeza en la parte frontal, mareos, sensibilidad en los ojos. Además de mareos, diarreas, dolores de espalda, mucha deshidratación”, contó la doctora.

El COE cantonal tenía previsto reunirse ayer, pero suspendió la cita hasta conocer la decisión del COE nacional. A más del leve aumento de casos, en el país inquieta la expansión mundial de la nueva variante ómicron, detectada en Sudáfrica. (I)