Fieles católicos acudieron a misas por la celebración del Domingo de Pascua, que marca el fin de la Semana Santa con la resurrección de Cristo.
Esta fecha es considerada una de las más importantes de la fe católica al darse la resurrección de Cristo, luego de tres días de haber sido crucificado. En las misas dominicales se recordó este episodio del evangelio de san Juan.
En una misa virtual, a las 07:00, monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y cardenal, recordó que el episodio bíblico se dio un domingo, también conocido como el Día del Señor, cuando María Magdalena se encamina al sepulcro y encuentra la piedra removida, por lo que de inmediato lo informa a Simón Pedro y otro discípulo para que se dirijan a verificar, y estos últimos encuentran la tumba vacía.
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“Ese es el misterio más grande que tenemos los cristianos, junto con la encarnación de Jesús, por eso ya hemos dicho varias veces que las dos fiestas principales son la encarnación y el nacimiento que sigue, y la resurrección del Señor”, recordó monseñor Cabrera.
En ese sentido, dijo que la resurrección de Jesús da un mensaje de “mirar más alto, no tanto hacia la Tierra”, para saber que con la resurrección aquello que predicó ha triunfado: la vida sobre la muerte, su mensaje de amor sobre toda forma de odio o violencia y que el perdón triunfa sobre todo intento de venganza.
El también cardenal Luis Cabrera expuso que María creyó en la palabra de su hijo de que resucitaría. “Ella no necesitó pruebas, cómo habrá el corazón exultado de gozo al saber que el hijo de sus entrañas ha resucitado y aquella muerte se acabó para siempre. Queridos hermanos, que nosotros también podamos creer en Jesús resucitado y sigamos adelante”, dijo monseñor.
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En la Catedral Metropolitana, en otra misa, de las 10:00, el padre Francisco Sojos, rector del templo, también reflexionó sobre el episodio bíblico.
Recordó que la Pascua, que se extiende por 50 días, debe marcar una alegría en los católicos, a pesar de las adversidades que afrontan. “Hay algo que supera todo: Cristo ha vencido a la muerte, todos tus sufrimientos no son nada... la muerte no tiene la última palabra, me pueden arrebatar todo de este mundo, pero no la salvación que ha ganado Cristo para mí”, expuso a los fieles.
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En la iglesia Rosa Mística, de Sauces, el padre de ese templo reflexionó que este episodio de Pascua abre la esperanza de una vida futura para todos, después de la muerte, y los que crean en Jesús también lo harán.
“No hay que esperar morirnos para estar con el Señor, hay que estar con el Señor para poder entrar a su gloria, no hay que esperar pasar por la muerte para decir ‘ahí voy al encuentro con el Señor’, más bien todos los días he encontrado al Señor en mi camino...”, reflexionó y agregó que aquello se muestra en las interacciones del prójimo en las actividades diarias. (I)