Tres meses después de su inauguración, el 21 de diciembre de 2020, la Aerovía aún no despunta como medio de transporte masivo. Este Diario constató en varios recorridos que el denominador común de las quejas ciudadanas tiene que ver con los alimentadores en Durán: no están claramente identificados; no se sabe por dónde pasan ni cuál es el recorrido que hacen; y hay factores como la falta de tarjetas o lectores dañados que implican que el usuario deba pagar hasta un dólar por viaje entre el bus y el acceso a las cabinas.