Aunque las ciudadelas Simón Bolívar y Vernaza Norte, ubicadas en el norte de Guayaquil, son sitios considerados como tranquilos y seguros por su cercanía con sitios de concurrencia masiva como el aeropuerto y una zona comercial; sus moradores afirman que en el último año esa paz se ha visto interrumpida por los constantes robos y asaltos.

Los callejones con poca iluminación, que conectan ambos barrios, se han convertido en los sitios propicios para estos actos.

Una mujer de 38 años, quien vive desde hace diez años en un edificio detrás de la cooperativa Transportes Ecuador, hace dos semanas fue asaltada a mano armada cuando regresaba de su trabajo aproximadamente a las 22:00.

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“El taxi me había dejado del lado de las Américas y a lo que vine caminando, dos personas en moto me robaron la cartera con todo lo que tenía”, señaló.

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Hace un mes se había salvado de otro robo cuando corrió hacia su casa luego de ver la actitud sospechosa de dos personas que estaban en uno de los callejones.

Esta, de hecho, es la tónica del barrio Simón Bolívar, dijo el morador Ángel Calvas. La inseguridad ronda en los callejones que conectan hacia Vernaza Norte. Allí, mencionó, ingresan personas en moto y realizan los robos a quienes transitan a pie. “La delincuencia se ha tomado el barrio por la oscuridad que hay en peatonales y parques”, sostuvo.

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Una de ellas es la calle diagonal a la Leopoldo Benites, que conecta a Vernaza Norte con Simón Bolívar. Allí, a pesar de existir locales, pasadas las 19:00 se vuelve peligroso.

Calvas señaló que este era un sector en el que habitaban moradores fundadores. Es decir, que la mayoría de las familias tenían más de 30 o 40 años asentadas. Sin embargo, en los últimos diez años y con mayor énfasis desde 2020 ha existido la migración de familias a otras ciudadelas de la ciudad y con ello la llegada de arrendatarios.

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“La falta de moradores fundadores hace que la gente esté dispersa y no se una a hacer pedidos, no hay empoderamiento ciudadano”, sostuvo Calvas.

La calle que conecta a ambas ciudadelas tiene una luz tenue, aseguran moradores. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

De cada diez casas al menos seis son sitios de arriendo, mencionó un morador. “No estoy en desacuerdo que llegue gente de otras partes, pero desde que se incrementó la cantidad de inquilinos el barrio se volvió inseguro”, manifestó.

Él recuerda que en septiembre del 2021 hubo una balacera por un intento de asalto y hace dos semanas se registró una muerte violenta que dejó a todo el barrio conmocionado.

Luis Cortés vive desde hace tres años en Vernaza Norte. Él afirmó que es necesario incrementar las rondas por parte de los policías para reforzar la seguridad en la zona.

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“Los agentes llegan a pasar revista del barrio entre las 06:00 y 08:00 que es cuando la gente sale a trabajar, luego regresan como a las 19:00 hasta las 21:00 o 22:00. Pero la delincuencia no tiene hora y al mediodía también hay inconvenientes”, mencionó el morador.

Él exhorta, al igual que Calvas, a que se realice una intervención en las luminarias ubicadas en las peatonales que conectan a los dos barrios del norte.

“Es necesario para que los barrios recuperen su tranquilidad y se disperse el escenario de inseguridad”, remarcó Niurka Sieres. Ella, por su cuenta, implementó luces led en su asadero y local de venta de abarrotes para generar cierta seguridad a sus clientes en las noches. (I)