Un frenazo al flujo de pasajeros de la Aerovía es lo que provocaría el incremento del pasaje que se aprobó en primer debate por parte del Concejo Municipal de Guayaquil, el pasado jueves, 21 de diciembre, según varios usuarios consultados por este Diario.

El cuerpo edilicio dio luz verde al ajuste de $ 0,70 a $ 0,74 para quienes usen este medio de transporte aerosuspendido.

Esta es una medida que está establecida dentro del contrato que se firmó en 2017. En ese año se determinó que la tarifa se ajustaría cada dos años conforme a la variación del índice al precio del consumidor, que es publicado por el Banco Central del Ecuador (BCE).

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La demanda de la Aerovía se contrae en vez de aumentar: transporta un promedio de 8.000 usuarios al día en segundo año de operaciones, 2.000 pasajeros menos que en 2021

La primera y segunda actualización mantuvo el valor en $ 0,70 (agosto de 2019 y agosto de 2021); mientras que en la tercera, en este 2023, ya se considera el incremento de $ 0,04 al costo inicial.

Según los anexos del proyecto de segunda reforma a la ordenanza que regula el costo de la tarifa, la próxima actualización se debería realizar en septiembre de 2025.

Para Pedro Villegas, usuario del sistema y miembro de un colectivo del cantón Durán, este incremento no tendrá un efecto positivo, ya que menos personas optarán por usar el medio de transporte. Esto, considerando que el flujo de usuarios es bajo al proyectado desde los inicios de operación.

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En el primer año de operaciones, este medio alternativo solo tuvo una demanda de 10.000 usuarios al día, cuando dicha red tiene capacidad para transportar a 2.600 personas por hora en cada sentido.

En el segundo año de operaciones, el promedio diario de usuarios fue de 8.000 pasajeros, 2.000 menos que durante el primer periodo, cuando hubo restricciones dispuestas por la pandemia del COVID-19.

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“Las personas que no usan la Aerovía, pues, ahora simplemente no la usarán, porque se va a preferir el pago más económico de un pasaje de bus. Para quienes ya usamos este tipo de transporte va a ser una metida de mano al bolsillo”, dijo.

Villegas aseguró que el sistema de transporte tiene un nicho pequeño de usuarios que lo usan, más que por facilidad en la movilidad, por el tema turístico.

Luis Ortiz, miembro de un grupo barrial de Sauces 4, afirmó que el incremento derivará en que más personas opten por los taxirrutas o motos lineales.

“Solo se le pone $ 0,25 más y ya podemos movilizarnos a Guayaquil y hasta en menos tiempo que en la Aerovía. Otros van a preferir las motos lineales, que cuestan hasta menos que el pasaje ($ 0,50 en algunos casos). Esto no motivaría a que más personas usen la Aerovía; sería al contrario”, citó él.

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Dentro del Concejo se catalogó a este sistema de transporte como “un proyecto fracasado” que no cumple con el objetivo de mejorar el problema de la movilidad en la ciudad. Sin embargo, la concejal Emily Vera recalcó que el cuerpo edilicio siempre estará dispuesto a buscar soluciones.

El docente de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y experto en transporte Alejandro Chanabá considera que el Municipio debe impulsar una campaña intensa para fomentar el uso de la Aerovía, en la que se recalque que este es un medio seguro, rápido y que lo conecta con diversas áreas de Guayaquil y Durán.

Un estudio, financiado con $ 250.000 de la AFD, se realiza para incrementar demanda de pasajeros de Aerovía

“Ya el incremento se debe dar, porque está establecido en el contrato y porque se deben cubrir los gastos de operación, algo que difícilmente se podrá modificar. Ahora queda en el Municipio levantar una campaña para que más personas usen este medio y no solo enfocado en la parte turística”, dijo Chanabá.

Para el catedrático, es necesario, también, que se repotencien las estaciones, sobre todo la ubicada en Durán.

Desde su visión, debe existir un trabajo mancomunado con el Municipio de ese cantón para que el sistema de transporte y el sitio al que llegan los usuarios sea más atractivo.

Otra opción, aunque la considera no tan viable, es solicitar cambios en el contrato para congelar o aminorar los valores por un periodo hasta que la demanda se estabilice. (I)