Durante este sábado, 7 de septiembre, la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (ATM) recordó la prohibición de interrumpir el servicio de transporte público en la ciudad. Y advirtió que si los transportistas toman esta medida, se aplicarán las sanciones del caso.
El transporte terrestre es considerado un servicio estratégico del Estado, según el artículo 46 de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial. De ahí que los contratos de operación y los títulos habilitantes obligan a prestar el servicio de manera continua y eficiente, asegurando el bienestar y la movilidad de la ciudadanía.
Esta alerta de la ATM fue enviada a las diferentes cooperativas de transporte urbano este sábado.
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Dirigentes de distintas cooperativas mencionaron que la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug) los convocó para organizar medidas para que el alcalde Aquiles Alvarez los escuche.
Y una de esas medidas, indicaron, sería un apagado de motores en los próximos días.
¿Qué motiva a que los transportistas busquen paralizar el servicio urbano?
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En reiteradas ocasiones la dirigencia de la Fetug, presidida por Christian Sarmiento, ha solicitado que se incremente el pasaje, que actualmente es de $ 0,30, puesto que, según el gremio, a raíz de la pandemia el sector trabaja a pérdida.
La tarifa actual no les alcanza para cubrir los costos de mantenimiento de las unidades y peor aún para pagar los buses, en el caso de quienes adquirieron nuevos vehículos para prestar el servicio, de acuerdo con la dirigencia.
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En este contexto, el Municipio de Guayaquil anunció en mayo de este año un ajuste en las tarifas del transporte urbano y del sistema Metrovía. La nueva tarifa sería de $ 0,45.
Pero para los buses urbanos, el alcalde Aquiles Alvarez ha sido enfático en que los dueños deben hacer mejoras en sus unidades, entre ellas, implementar climatización y wifi para poder acogerse a la nueva tarifa y pasar de un servicio popular a uno ejecutivo.
Quienes no cumplan con estas condiciones simplemente no podrán acogerse a la nueva tarifa, ha reiterado el personero municipal.
Y esos requerimientos van acorde con la aspiración ciudadana que a diario pide mejoras en el sistema urbano y se queja, entre otras cosas, por el irrespeto a las paradas en el que incurren ciertos conductores, por el mal estado de los buses (muchos circulan emanando capas densas de humo negro) o porque hay choferes que, por ejemplo, son renuentes a coger pasajeros de la tercera edad.
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Pero la dirigencia de la Fetug cree que los requerimientos del cabildo no corresponden por la crítica situación que dicen atravesar.
El gremio considera que a los transportistas urbanos les deben subir la tarifa igual que al sistema Metrovía, para que el sector se recupere económicamente, y luego ellos implementarían las adecuaciones en las unidades.
Así lo expresó la dirigencia el 1 de agosto pasado, día en que se anunció una asamblea para analizar medidas ante la falta de un acuerdo por el alza del pasaje urbano.
El 29 de ese mes, los transportistas hicieron un plantón afuera del Municipio de Guayaquil, medida que implicó el cierre temporal de la circulación por la avenida Malecón Simón Bolívar.
Ese día Christian Sarmiento indicó que los 5 centavos por persona que cobraría la empresa que quiere contratar el Municipio para la recaudación del pasaje representan unos 900.000 dólares mensuales y 11 millones al año.
Eso implicaría, según él, que prácticamente el reajuste de los $ 0,45 se lo llevaría la empresa que realice el servicio de recaudo. Y sostuvo que ellos propusieron otra empresa que solo cobraría 3 centavos por el servicio, pero aseguró que esa opción no ha sido considerada. (I)
