Han pasado quince días de la muerte de Elizabeth, la estudiante de Medicina de 21 años que fue embestida por un bus de la línea 89 en el sector de la Alborada, en el norte de Guayaquil.

Ese bus, de placa GBO-8815, operaba en la ciudad sin que la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil tuviera la certeza de su buen funcionamiento, ya que su última revisión técnica se realizó hace 18 meses.

Por los efectos de la pandemia, las dos revisiones que se exigía al transporte público se redujeron a una. Pese a esta flexibilización, unos 1.800 de los 2.650 buses que operan en la ciudad siguen sin el chequeo oficial, a casi tres meses de que termine el año, según los registros de la ATM.

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“Es preocupante, porque para tener un buen funcionamiento se necesita la revisión de las máquinas. Eso reduce la probabilidad de accidentes”, comenta Bethsy, una ciudadana que espera un bus en uno de los andenes del área de transporte urbano de la terminal terrestre de Guayaquil.

Situación de la transportación

Bus del servicio urbano en un andén de la Terminal Terrestre de Guayaquil. Foto: Archivo

El presidente de la Federación de Transportistas Urbanos de la Provincia del Guayas (Fetug), Christian Sarmiento, indica que la pandemia diezmó la economía del sector, por lo que en muchos casos no se ha podido completar el mantenimiento de las unidades.

“En la pandemia perdimos la cantidad de usuarios que teníamos destinados a transportar, unos 700 usuarios diarios (por unidad), pasamos a tener 200, 300. Actualmente no estamos en las condiciones de dar el respectivo mantenimiento a los vehículos. En el Gobierno anterior se quitaron los subsidios a los combustibles y se comienza a hacerlo de forma gradual. Ahora, de $ 1,03 (el galón de diésel) estamos en $ 1,65, que conlleva el alza de todos los insumos; hablamos de llantas, filtros, aceites, zapatas, más la reducción de usuarios, (la situación) se nos ha ido por las nubes”, asegura el dirigente.

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Esa situación, afirma, ha generado deudas impagas de agremiados con la banca pública y privada que entregaron créditos para la adquisición de buses.

“Estamos expuestos a que nos embarguen los carros. Ya tenemos alrededor de tres docenas de carros embargados e innumerables procesos de coactiva. ¿Qué sucede? Que no podemos hacer la revisión correctamente como tiene que aplicarse”, dice.

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En Guayaquil, dirigentes del transporte piden diálogo urgente en medio de paralización parcial por el precio de los combustibles

Según la Fetug, unos 300 buses están inactivos por falta de mantenimiento. Otros, en cambio, operan ‘contrarreloj’, ya que podrán rodar sin recibir sanción hasta el 31 de diciembre, según una reforma a la Ordenanza que regula el servicio público de revisión técnica vehicular que se aprobó hace poco en la que se oficializa la revisión única por este año.

¿En qué momento no pueden circular las unidades?

“Mientras estén en el proceso de revisión técnica vehicular ellos pueden rodar. El caso es cuando no se aprueba la revisión técnica vehicular. Ahí sí tienen que suspender la circulación. Mientras estén en el proceso no hay problema porque tienen que llevarlo para el taller. Si no pasan con la cuarta (oportunidad de revisión), ahí sí no hay nada que hacer. Tienen que dar de baja el vehículo”, explica Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM.

“El hecho de que la autoridad tenga que hacer una revisión técnica vehicular para asegurar que la situación mecánica del bus o de la unidad cumpla con los parámetros mínimos, obviamente es una obligación que tiene que hacer el transportista, cumpliendo con esa exigencia, pero es parte de su responsabilidad”.

La baja rentabilidad del negocio, que la dirigencia de la transportación y dueños de los buses han visibilizado en paralizaciones pasadas y en ruedas de prensa, también mantiene tensos a los conductores de la unidades.

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“Algunos choferes no están trabajando porque los carros están parados, porque las llantas están carísimas (y no se puede rodar con llantas lisas)”, dice Mauro Guevara, conductor de la línea 121.

Usuarios de buses pasan penurias por paralización parcial de transporte urbano en Guayaquil

Muchos de los propietarios de buses han optado por ellos mismos conducirlos para reducir costos en la contratación de choferes, comentan personas relacionadas con el sector de la transportación.

Christian Sarmiento, dirigente de la Fetug, está consciente de los riesgos que representan las unidades sin una revisión vehicular. Por ello pide a las autoridades que implementen medidas urgentes para evitar problemas en la oferta del servicio y potenciales riesgos en las calles de la ciudad, como la focalización del precio del combustible y un nuevo modelo tarifario. (I)