Toda una producción, de tipo cinematográfica, se coordinó para tratar de lograr, con cámaras trampa, imágenes de una subespecie de oso cuyo número de ejemplares tiende a la preocupante baja en el mundo.
El equipo detrás de las ansiadas tomas logró el objetivo y hasta se vio favorecido: el oso apareció acompañado. Sí. Las cámaras trampa lo captaron junto a una cría.
La ‘premiada’ grabación se dio en medio de un desierto de Mongolia, donde habita esta subespecie del oso pardo.
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Las imágenes las necesitaba un equipo de filmación vinculado al rodaje de la serie The wild ones, una producción de Apple TV+, divulgaron en El Confidencial.
El ejemplar “más buscado” en Mongolia, en esa ocasión, era el oso del Gobi (Ursus arctos gobiensis).
El oso del Gobi (Ursus arctos gobiensis) es uno de los osos más raros del mundo con una población de sólo 51 individuos en una restringida zona del Gobi entre #China y #Mongolia. Es el único oso adaptado a vivir en ambientes desérticos. En Mongolia se le llama "mazaalai" pic.twitter.com/zzjHTVsPwW
— cronicasdefauna (@cronicasdefauna) June 28, 2023
Las imágenes no solo las celebró el equipo de filmación… la ciencia las recibió con optimismo.
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Riesgo de desaparición
El nombre del Gobi proviene del desierto de Mongolia y significa “lugar sin agua”.
Sin embargo, al oso, en Mongolia, lo conocen como “mazaalai”.
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Cita El Confidencial que en BBC reseñaron cómo un oso recorrió 160 kilómetros para calmar su sed.
El caso lo divulgaron en la serie Asia, del medio británico.
La cantidad de ejemplares de esta especie es reducida. Estiman menos de 40.
En Animals Howstuffworks señalan que el oso del Gobi “es el oso pardo más raro” del planeta y ubican la cifra de plantígrados en tan solo 31 individuos.
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Captan en #Mongolia a un Oso Gobi, son vegetarianos y quedan menos de 30 en el mundo. #GobiBear | pic.twitter.com/nsvz4tjJRU
— Carlos Quiñones (@sabio28) May 17, 2015
Destacan que este ejemplar, “quee se encuentra exclusivamente en el desierto de Gobi de Mongolia”, enfrenta al menos tres desafíos: el cambio climático, la pérdida de hábitat y la baja diversidad genética.
Coinciden en señalar que estos osos “dependen de fuentes de agua escasas en el desierto”, por lo que se han adaptado a su entorno hostil recorriendo largas distancias para encontrar estas fuentes de agua.
Analizando las imágenes, al oso de Gobi se le vio “en buen estado de salud”. Eso es un signo de que la especie sigue reproduciéndose, publica El Confidencial, donde difunden que “la aparición de una cría representa una señal de esperanza para los programas de conservación”.
El aporte de la ciencia y las iniciativas en torno del singular oso serán bien recibidas.
De momento, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Libro Rojo de Especies Amenazadas de Mongolia tienen clasificado al oso del Gobi como “en peligro crítico”. (I)