El alzhéimer es un trastorno cerebral degenerativo que destruye lentamente tanto a la memoria como la capacidad de pensar y a medida que avanza, imposibilita realizar por sí solo las tareas más sencillas. El portal de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos señala que las personas con esta condición presentan cambios en la conducta y en la personalidad.

Entre los síntomas de esta afección se encuentran: cambios en la manera de pensar, recordar, razonar y comportarse. Aunque hay otras enfermedades capaces de causar demencia, el alzhéimer es la más común en las personas de la tercera edad.

Es importante destacar que esta enfermedad no es una parte normal del envejecimiento, más bien es el resultado de cambios complejos en el cerebro que comienzan años antes de que se noten los primeros síntomas.

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¿Qué cambios sufre el cerebro de una persona con alzhéimer?

El cerebro de una persona con alzhéimer sufre un descontrol en la producción de la proteína tau (encargada de la estabilización de la polaridad neuronal), por ende, se desarrollan ovillos que generan confusión y desestabilizan la estructura de los microtúbulos. En consecuencia, se ven afectadas tanto el funcionamiento como el funcionamiento de transmisión neuronal.

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¿Por qué los golpes en la cabeza son un factor de riesgo para el alzhéimer?

Entre los 12 factores de riesgo modificables que inciden en la demencia se encuentran los golpes en la cabeza, que si se evitan en el transcurso de la vida puede evitar el riesgo en un 40%.

No es necesario sufrir un traumatismo grave como un accidente automovilístico para tener riesgo de sufrir de demencia, de hecho, la Sociedad Española de Neurología afirma que cualquier golpe en la cabeza, aunque sea pequeño, puede incrementar las probabilidades de sufrir de demencia, señala Vidae.

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Los golpes fuertes pueden causar lesiones cerebrales. Foto: Freepik.

Una investigación desarrollada por la Science Trasnslational Medicine sugiere que más allá de la intensidad del golpe, es la frecuencia con que estos afectan a la cabeza la que puede generar lesiones cerebrales, ya que fomenta la patogénesis de tau y contribuye tanto a su transmisión como a su propagación patológica.

Una persona que se dedica al boxeo puede tener más riesgo de formar la patogénesis proteica asociada al alzhéimer.

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(I)

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