La epilepsia puede definirse como un trastorno cerebral que le produce convulsiones repetidas a la persona durante un lapso de tiempo.

Estas convulsiones son episodios de actividad eléctrica descontrolada y anormal de las neuronas que además pueden producir cambios en la atención y comportamiento del paciente, por ejemplo, los movimientos corporales, señala MedlinePlus.

La Liga Internacional Contra la Epilepsia ha definido la Epilepsia Resistente a Fármacos (ERF) como esa cuyas crisis no pueden controlarse pese a haber tomado adecuadamente los medicamentos prescriptos, reseña Elsevier.

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¿Cómo controlar una crisis de epilepsia cuando los medicamentos no funcionan?

Hay varias maneras de controlar las crisis epilépticas, puede ser a través de medicamentos antiepilépticos, con estimulación del nervio vago, con terapias complementarias y con atención psicológica.

Top Doctors afirma que la cirugía puede aparecer como una opción para eliminar o controlar la epilepsia refractaria que no responde a los tratamientos convencionales. Actualmente son dos tipos de intervenciones quirúrgicas que destacan por su enfoque mínimamente invasivo.

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Lo importante es consultar a un neurólogo que pueda hallar el tratamiento más idóneo para el caso de la persona.

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¿Qué pasa cuándo esta afección se hace resistente?

La ERF puede ser causada por distintos factores que van desde la genética hasta las lesiones cerebrales adquiridas. Precisar las razones contribuyentes es de vital importancia para personalizar el enfoque terapéutico. Esta evaluación integral abarca el historial médico, las pruebas de neuroimagen y el análisis electroencefalográficos.

Los tratamientos convencionales para la epilepsia, como los medicamentos antiepilépticos, son la primera opción para atender la enfermedad, cuando estos no son efectivos, tanto el paciente como el médico están frente a un dilema, ya que la carga de efectos secundarios de algunos fármacos pueden ser contraproducente para la calidad de vida del paciente.

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