El colágeno es una proteína que se encarga de mantener unidas las distintas estructuras del organismo. Es fabricada por unas células conocidas como fibroblastos y está presente tanto en los seres humanos como en los animales.
De acuerdo a CuídatePlus, el colágeno es la proteína que más abunda en el cuerpo, pues representa el 25% de la proteína corporal en los adultos. Se puede hallar en los tendones, los huesos, los músculos, la piel y el cartílago, entre otros.
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Se trata de un componente clave para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel, de allí sus efectos rejuvenecedores. Aunque existen suplementos comerciales de colágeno, en la actualidad las personas suelen buscar alternativas naturales para obtenerlo, una de ellas es el colágeno casero hecho con cáscaras de huevo.
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Las cáscaras de huevo como una fuente natural de colágeno
Las cáscaras de huevo pueden aportar grandes beneficios a la piel, ya que son ricas en colágeno, calcio y otros minerales esenciales que favorecen el rejuvenecimiento de la piel, ya que cuentan con nutrientes que favorecen la regeneración celular, sin dejar de lado que tienen antioxidantes, lo que las hace una gran alternativa para prevenir y tratar el envejecimiento prematuro, reseña Infobae.
Además de eso, las cáscaras de huevo también cuentan con propiedades antiinflamatorias que pueden calmar la irritación de la piel y contribuye a una apariencia más fresca y saludable.
¿Cómo hacer colágeno casero con cáscara de huevo?
Ingredientes:
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- Cáscaras de 2-3 huevos.
- Agua purificada.
Instrucciones:
Se lavan bien las cáscaras de huevo, luego se le retira la membrana interna. Se procede a hervirlas por 10 minutos y dejarlas enfriar completamente.
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Hecho esto, se introducen las cáscaras en el procesador de alimentos para molerlas y lograr un polvo fino. Con este polvo se prepara el colágeno.
Para hacer el colágeno, se mezcla el polvo de cáscara de huevo con agua purificada hasta lograr una pasta suave. La cantidad de agua depende de la consistencia que se desee.
Una vez ya lista, se aplica la pasta sobre el rostro limpio, evitando la zona de los ojos y se deja actuar entre 15 y 20 minutos. Después se enjuaga con agua tibia. Tras retirar la pasta, se aplica la crema hidratante habitual.
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