Para muchas personas, darse un refrescante baño en la piscina suele ser una de las actividades favoritas durante los cálidos meses de verano. Sin embargo, lo que debería ser un placer puede convertirse en una molesta experiencia para quienes sufren de alergia al cloro.
Esta reacción alérgica, provocada por los químicos utilizados para desinfectar el agua, puede desencadenar una variedad de síntomas que afectan principalmente la piel y los ojos.
Conocer los signos más comunes de esta condición es clave para poder prevenirla o tratarla a tiempo y así disfrutar plenamente de los baños sin tener que lidiar con las consecuencias.
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Síntomas comunes de una alergia al cloro
Según 20 Minutos, las personas que presentan sensibilidad al cloro pueden experimentar una variedad de síntomas, especialmente a nivel cutáneo y ocular. La piel, al entrar en contacto directo con el agua clorada, puede reaccionar con enrojecimiento, picor intenso y la aparición de eccemas.
Estos sarpullidos suelen localizarse en zonas de flexión como codos, rodillas y pliegues cutáneos, intensificándose con el roce del bañador o toalla.
Los ojos, por su parte, son altamente sensibles al cloro. La irritación ocular es uno de los síntomas más comunes, manifestándose con enrojecimiento, lagrimeo excesivo y una sensación de cuerpo extraño. En casos más severos, puede presentarse fotofobia (sensibilidad a la luz) y visión borrosa.
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¿Cómo aliviar los síntomas?
Si sospechas que eres alérgico al cloro, es fundamental consultar a un especialista para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, de acuerdo con 20 Minutos. Mientras tanto, puedes seguir estos consejos para aliviar los síntomas:
- Ducharte con abundante agua y jabón suave inmediatamente después de salir de la piscina.
- Hidrata tu piel con cremas emolientes para calmar la irritación y restaurar la barrera cutánea.
- Utiliza gafas de natación para proteger tus ojos del cloro.
- Evita rascarte los ojos y la piel, ya que esto puede empeorar la irritación.
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