Una persona enfurecida está en altísimo riesgo vital, lleva a niveles límites a su corazón o cerebro.

Controla la rabia, aconseja la médica internista María Herrera. Cuida tus arterias de un infarto, pide.

Explica que cuando una persona experimenta ira o rabia intensa, su cuerpo libera hormonas de estrés, como la adrenalina y el cortisol que aumentan la frecuencia cardíaca y la coagulación. Eso altera la flexibilidad de las arterias, aumentando la presión arterial.

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Al controlar la rabia, cuidas tu corazón y tu cerebro. Foto: Freepik/wayhomestudio

De acuerdo con la doctora Herrera, “esos cambios repentinos en el cuerpo incrementan el trabajo cardíaco y causan problemas en la dilatación arterial, incluso 40 minutos después de haber tenido un enfado, aumentando el riesgo de un evento cardiovascular”.

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Esos eventos cardiovasculares, recuérdalo, se dan en el corazón como un infarto o en el cerebro como un ACV (o ictus).

La ira, los estados de ánimo y el corazón

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El malgenio puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular, publica igualmente BBC.

Desde la Fundación Española del Corazón señalan que “los estados de ánimo negativos contribuyen a una peor salud cardiovascular”.

Citan que investigadores, en Estados Unidos, “demostraron un aumento del 19% en el riesgo de enfermedad coronaria en aquellas personas que conviven con la ira y la depresión”.

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Foto: Freepik/wayhomestudio

En el caso de la ira “se sabe que esta tiene un efecto agudo que induce la activación del sistema simpático con liberación de hormonas conocidas como catecolaminas (hormonas de estrés)”.

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Esas hormonas tienen una repercusión clara sobre el sistema cardiovascular, ya que producen un aumento en la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial, así como vasoconstricción o estrechamiento de los vasos arteriales incluidos los coronarios y liberación de factores favorecedores de formación de trombos, resultando lo anterior en isquemia miocárdica “, detalla la cardióloga Sandra Rosillo, citada por la fundación.

La próxima vez que te sientas a las puertas de una rabia ten presente: “El enojo es malo para el funcionamiento de los vasos sanguíneos. Perjudica el funcionamiento de nuestras arterias, lo cual está vinculado con el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en el futuro”, dice el cardiólogo Daichi Shimbo a la Asociación Americana del Corazón.

Las personas que ya tienen factores de riesgo, como antecedentes de enfermedades cardíacas, son particularmente susceptibles a eventos cardiovasculares.

BBC

“Si te enojas una vez, afecta adversamente tu capacidad de dilatación”, señala Shimbo. ¿Te imaginas cuánto daño hace pasar por ataques de ira de manera reiterada? (I)

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