Los riñones, al igual que todos los órganos del cuerpo, cumplen una función vital en el organismo. Precisamente estos órganos en forma de frijol filtran la sangre “eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina”, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de NIH, por eso se deben cuidar los hábitos para evitar un daño renal.
Este daño se convierte en enfermedad renal crónica o insuficiencia cuando “la función renal disminuye a menos de un 15 por ciento de lo normal”, añade NIH, por lo que la persona deberá someterse a alguna de las siguientes opciones de tratamiento:
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- Hemodiálisis
- Diálisis peritoneal
- Trasplante de riñón
Cuando los riñones no pueden filtrar los desechos de la sangre se dice que hay una lesión renal aguda que conlleva a la acumulación nociva de residuos o toxinas, según explica Clínica Mayo.
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¿Cuáles son los hábitos que dañan tus riñones?
Se debe tener en cuenta que hay ciertos hábitos diarios o comunes que conllevan a que se produzca un daño renal o la persona llegue a padecer enfermedad renal crónica (ERC), como indica el sitio web Science Alert.
Estos hábitos que dañan tus riñones son:
- Uso constante de analgésicos antiinflamatorios como el ibuprofeno y la aspirina
- No beber suficiente agua
- Tener sobrepeso u obesidad
- Elevado consumo de alimentos ultraprocesados como salchichas y refrescos
- Beber alcohol en exceso
- Fumar
- Dormir menos de seis horas o no tener un sueño óptimo
Alimentos milagrosos que debes comer para cuidar tus riñones y las comidas que afectan estos órganos
¿Cómo evitar un posible daño en los riñones?
La principal recomendación para evitar daños en los riñones es mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, sin consumo de alcohol y sin abusar de ciertos medicamentos de venta libre como explica Clínica Mayo.
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Procura tomar entre 1,5 y 2 litros de agua al día, dígale adiós al cigarrillo, mantenga un peso saludable con la práctica de ejercicios, evite los alimentos cargados de grasas, azúcares, sales y otros aditivos, y procure tener un sueño reparador.
En caso de que la persona ya tenga ERC deberá asumir “grandes cambios”, especialmente en sus hábitos alimenticios y siguiendo el tratamiento que indique su médico, refiere NIH.
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(I)