La expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que sufrió un intento de homicidio el pasado 1 de septiembre de 2022, declaró hoy en un juicio contra los tres acusados por el atentado. Según la exfuncionaria, en los meses previos al ataque hubo un “in crescendo de la violencia” contra su persona.

“Había mucha violencia y curiosamente los que iban a la puerta de mi casa a insultarme, luego del atentado desaparecieron”, remarcó Kirchner, que en aquel entonces era vicepresidenta.

La exmandataria (2007-2015) comparece por primera vez en el juicio contra Fernando Sabag, su expareja y un tercer sujeto que era empleador de ambos como vendedores de dulces callejeros.

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Había violencia simbólica y no tan simbólicas en cuestiones que tenían que ver incluso con mi condición de mujer”, sostuvo Kirchner al mostrar ante el tribunal tapas de revistas con ilustraciones o dibujos donde la presentaban mostraban crucificada o con golpes en la cara, entre ellas del diario Clarín o la revista Noticias.

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“Nunca nadie dijo nada sobre esto, era la primera presidenta electa mujer, sufría estas agresiones”, dijo Kirchner.

Sabag apretó dos veces la pistola con la que apuntaba de cerca a la cabeza de la expresidenta en medio de una multitud que había ido a las inmediaciones del departamento de Kirchner, en Buenos Aires, para brindarle apoyo por la inminente condena por corrupción que le fue impuesta el 6 de diciembre de 2022.

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La bala no salió, Sabag fue atrapado por los seguidores de Kirchner y luego entregado a la policía.

Kirchner también sostuvo este miércoles, como lo ha hecho desde que sucedió el atentado, que quienes lo idearon no están entre los acusados y volvió a reclamar “que se investigue”.

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En su declaración, el principal acusado no se mostró arrepentido.

El intento de asesinato fue “un acto de justicia” ya que “la doctora Kirchner es corrupta, roba y hace daño a la sociedad”, dijo Sabag el 26 de junio, cuando declaró ante el tribunal.

Los otros dos implicados son Brenda Uliarte, acusada como coautora, y Nicolás Carrizo, exempleador de ella y Sabag, señalado por la querella como “planificador” luego de que se hallaran mensajes incriminatorios en su celular tras el atentado. (I)