El exgerente de la desaparecida Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), Carlos Bravo, indicó en una carta dirigida a este Diario que, pese a no ser funcionario público, en abril de este año, tan pronto como se lo solicitó la Procuraduría General del Estado aceptó rendir su versión en el proceso que el Estado instauró en Miami (Estados Unidos) contra los hermanos Roberto y William Isaías, exaccionistas de Filanbanco.

A través de la misiva, Bravo solicitó aclarar y rectificar la nota titulada “El juicio en Miami contra los Isaías tiene 17 cuerpos”, publicada el pasado 22 de julio, en la que el abogado de los Isaías, Michael Tein, dijo que uno de los testigos requeridos fue Carlos Bravo a quien “lo llamamos desde el primer día y nunca se presentó”.

Sobre esta afirmación, Bravo cuestionó: “¿Cómo me pudieron llamar (la defensa de los Isaías) ‘desde el primer día’ –el juicio se inició en el 2009–, si ellos mismos están aceptando que las convocatorias a declarar las hicieron recién a partir de ‘julio del 2010’; es decir, un año después de que yo renuncié a la AGD?”.

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La nota objeto del pedido de aclaración refería que, no obstante a lo afirmado por Tein, Bravo había declarado a un medio público que no entiende por qué no ha sido llamado a declarar en la Corte de Miami-Dade en este proceso, cuando fue él quien dictó la incautación de sus bienes en Ecuador.

Y que la falta de requerimiento de su versión debe ser respondida por el juez John Thornton, quien dictó una resolución que impedía al Estado cobrar unos $ 260 millones en bienes que la familia Isaías tiene en Estados Unidos.

“Enterados los prófugos Isaías y sus abogados de que yo comparecería a declarar, entonces ‘apuraron’ al juez Thornton para que al siguiente mes (mayo), dicte la vitanda resolución que dictó y así no se me permita deponer (en el proceso en Miami)”, refiere Bravo.

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Y continúa: “En comunicación del 10 de mayo del 2013 que remití a la Procuraduría requiriendo se me informe el porqué se aplazó mi declaración que, aparentemente la debía receptar el martes 7 o el miércoles 8 de mayo, se me manifestó que el abogado de la contraparte aún no ha señalado la fecha en que tomará mi declaración... Pocos días después resultó que se dictó la resolución”.

Por eso Bravo emplaza a que se demuestre que él conocía que debía ir a declarar y se haya negado a hacerlo.