Desde el año 2009 el Gobierno fijó aranceles mixtos a las importaciones de calzado para fomentar el crecimiento de la industria nacional. Pero, según cifras del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae), la medida frenó estas operaciones solo el primer año de su aplicación, cuando disminuyeron de $ 147’951.152 en el 2008 a $ 46’210.018 en el 2009.

Desde el 2010 hasta el presente año se registró un alza sostenida de las importaciones, que en el 2013 (de enero a octubre) se refleja en un aumento del 7,5% en comparación al mismo lapso del año anterior.

Aun con este panorama el desarrollo de la industria nacional del calzado también se mantuvo constante desde el 2009 hasta el 2012, cuando, según Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara Nacional de Calzado (Caltu), el sector se expandió en el 60%.

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Explicó que de 15 millones de pares de zapatos que se fabricaban hasta el 2008 por 600 productores, pasaron, desde el 2009 hasta el 2012, a producir 32 millones de pares al año y tener 5 mil fabricantes.

Sin embargo, este año han experimentado una desaceleración, mencionó preocupada la empresaria, quien aseguró que ahora son impactados por el presunto ingreso de producto asiático a través de Colombia y Perú, países que no pagan arancel mixto al calzado.

“Está entrando calzado con certificado de origen de Colombia y Perú, pero llegan desde Japón, Brasil y China, al parecer hacen una triangulación”, indicó la empresaria.

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Por este factor, sumado a la falta de mano de obra calificada y de renovación tecnológica de los artesanos, pequeños y medianos productores, Villavicencio proyecta mantener solo la producción del 2012, y espera apenas un leve crecimiento.

Juan Merino, fabricante de calzado que tiene su taller en Guayaquil, coincide con Villavicencio. Asegura que el ingreso masivo de productos de otros países, aparentemente evadiendo impuestos, en especial el producto chino llegado desde Perú, afecta a la industria local que, según él, decayó el 50%.

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Mientras, Daniel Núñez, propietario de calzados Dacris, en Ambato (Tungurahua), donde se concentra la mayoría de la industria nacional, señala que sus ingresos han disminuido este año hasta el 30%.

Sobre la capacitación de los artesanos, la titular de la Caltu señaló que trabajan en asistencias técnicas con el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) y el Ministerio Coordinador de la Producción para mejorar sus procesos de fabricación y contar con un mejor producto final.

Días atrás –según Villavicencio– el Mipro destinó un fondo de $ 136 mil para la adquisición de equipos de laboratorios de pruebas físicas. “Ya hemos iniciado el proceso de adquisición y esperamos tener los equipos en un año”, dijo Villavicencio.

Capacitación en España

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La Cámara Nacional del Calzado (Caltu) espera en los próximos meses iniciar la segunda fase de un programa de asistencia técnica en el Instituto de Biomecánica de Valencia (España), con la ayuda del Gobierno. La primera fase se realizó entre mayo y junio pasado con apoyo de la empresa privada, señaló Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara.