Un día después de fuertes críticas internacionales a la sentencia contra tres periodistas de Al Jazeera y de pedidos de indulto el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, ha señalado que no interferirá en los veredictos judiciales.

“Debemos respetar los dictámenes de la justicia y no criticarlos, incluso si otros no entienden esto”, señaló Al Sisi en un discurso televisado durante una ceremonia de graduación militar en El Cairo.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), una organización apolítica que lucha contra abusos contra la prensa y fomenta la libertad de expresión en todo el mundo, sitúa actualmente a Egipto entre los diez estados con más reporteros detenidos (cerca de 16) y el tercer país más mortífero para los informadores en el 2013.

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Según la Constitución egipcia, el presidente tiene derecho a emitir un indulto o conmutar las sentencias. Las autoridades de Australia, EE.UU. y otros países le han instado a que utilice su derecho a liberar de inmediato al australiano Peter Greste, el canadiense-egipcio Mohamed Fahmy y el egipcio Baher Mohamed.

Los tres reporteros fueron sentenciados el pasado lunes a siete y diez años de cárcel acusados, según la fiscalía, de promocionar o pertenecer a la Hermandad Musulmana, un partido al que pertenecía el derrocado presidente Mohamed Morsi, y de falsear su cobertura de las protestas de sus seguidores para dañar la seguridad egipcia y que pareciera que el país estaba en guerra civil.

Su detención fue en diciembre pasado en una redada en la habitación de hotel de El Cairo que utilizaban de oficina, horas después de entrevistarse con un representante de los Hermanos Musulmanes, antes de que el movimiento sea considerado por el gobierno como una agrupación terrorista.

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“Juro que pagarán por esto”, exclamó enfadado Fahmy desde la celda cuando anunciaron las condenas mientras Greste alzó el puño. “Acaban de arruinar a una familia”, dijo el hermano de Fahmy, Adel que añadió que apelarán aunque tienen poca fe. “Todo está corrupto”.

El padre de Greste, Juris Greste, dijo que su familia está conmocionada por la decisión.

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El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que intercederán en todos los niveles con el gobierno egipcio y en cualquier otra parte para intentar asegurar que Greste y sus colegas sean liberados.