Nuri al-Maliki desistió de su intento de mantenerse como primer ministro de Irak y entregó su apoyo a su reemplazante, Haider al-Abadi, reportó el jueves la cadena de televisión estatal.

Maliki se enfrentaba a una intensa presión para dejar el cargo y abrir paso a una persona menos divisiva, que sea capaz de hacer frente a los militantes del estado islámico, que se han convertido en la mayor amenaza a la seguridad desde la caída de Sadam Husein en el 2003.