Hacer el paso del oso, apoyando piernas y brazos en el piso y caminando hacia adelante, sin flexionar extremidades o caminar de manos simulando el movimiento del cangrejo, podría parecer un juego, pero es parte del programa de ejercicios Crossfit kids, de Crossfit Kallpa, que está en el Club Diana Quintana, km 2,5.

El crossfit es conocido como una disciplina de mucho esfuerzo físico, sin embargo, por tratarse de niños, los ejercicios han sido adecuados a su edad y su capacidad, según José Luis Roseney, propietario del lugar, quien también es preparador físico. Él obtuvo una certificación para dar clases de crossfit para niños tras haberse capacitado en el gimnasio de Jeff y Nikki Martin, en California, Estados Unidos, en el 2010. La capacitación duró 2 días.

El crossfit kids fue creado en el 2004 por Jeff y Nikki. Según ellos, niños desde los 3 años pueden seguir este programa que no se trata de una versión a escala del crossfit para adultos, sino que es un sistema diseñado para pequeños, cuyo objetivo es desarrollar músculos, articulaciones y huesos saludables.

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“Aquí, hacerlo divertido es lo principal, porque es la única forma de lograr su atención y mantenerlos concentrados, por ejemplo, los hago caminar en un perímetro pequeño, levantando una pelota que no pesa más de 14 libras, lo que pesa la maleta de útiles del colegio; saltar la cuerda, hacer abdominales, sentadillas y flexiones con pocas repeticiones y siempre con asistencia; también aprenden a pararse de manos y hacen levantamiento olímpico con un tubo de PVC que no pesa ni 2 libras”, dice José Luis. “Además corremos, trotamos y terminamos siempre con un juego como las cogidas o congelados”, acota.

“Para los niños no es recomendable hacer ejercicios con peso porque esto podría soldar la placa de crecimiento más prematuramente, se altera el procedimiento fisiológico de un menor; pero si no se rebasa el 10% o 15% de su peso corporal, no hay problema”, dice Luis Dueñas, traumatólogo de la Clínica Kennedy.

Para Pablo Reyes, traumatólogo y ortopedista infantil de la Clínica Kennedy, gastar energía con ejercicios recreativos es sano. “Si el niño corre, salta, hace sentadillas y se cansa, no pasa nada porque son las actividades de su vida diaria, que terminen agotados luego de una actividad física no les hace daño”, dice. “Mi recomendación es que los padres se aseguren que estos lugares sean certificados”, acota.

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Según Roseney, el objetivo es involucrar a los niños en el deporte y desarrollar su agilidad, rapidez y sincronización de extremidades.

Lo malo no son los ejercicios, sino tener una mala guía o supervisión, que puede causar una lesión muscular”.Pablo Reyes Traumatólogo