Lo que comenzó como un paseo se convirtió en tragedia para un grupo de amigos, a las 21:00 aproximadamente del pasado domingo. Ronald Ramírez Ortiz, de 15 años, murió luego de supuestamente caer en una pileta del Malecón Simón Bolívar, centro de Guayaquil.

Según las primeras investigaciones de la Policía, el deceso de Ronald se produjo en medio de un supuesto juego entre varios jóvenes que departían en el área de la pileta, ubicada a la altura de la calle Loja.

Al parecer, detalla un informe preliminar de la Policía, la víctima murió en el instante, cuando cayó en la pileta.

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Dos de los amigos con los que paseaba Ronald fueron detenidos por la policía para investigaciones, por orden del fiscal Francisco Freire, quien realizó el levantamiento del cadáver.

Los aprehendidos fueron identificados como Jaime S. Z. R. y Wilfrido R. C. M., de 16 y 20 años, respectivamente. Este último fue ingresado a una clínica del norte de la urbe por las heridas que sufrió cuando supuestamente intentó sacar de la pileta al ahora occiso.

Ayer los familiares del fallecido estaban en la morgue esperando los resultados de la autopsia, pues querían estar seguros respecto a las causas de la muerte para decidir si denunciaban o no el hecho.

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No obstante, la Fiscalía inició de oficio una indagación previa que al mediodía de ayer terminó con la detención de Wilfrido R. C. M., por el delito de homicidio culposo.

La audiencia de formulación de cargo se realizó en la casa de salud donde el sospechoso estaba asilado con custodia policial. Allí, el fiscal Carlos Vaca solicitó la medida de arresto domiciliario para el implicado.

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Mientras, la Unidad de Adolescentes Infractores tenía previsto procesar a Jaime S. Z. R., pero hasta el cierre de esta edición no se conocía el resultado de la audiencia.

Preliminarmente, se supo que Ronald había sufrido una descarga eléctrica al caer en la pileta y romper uno de los faros que alumbran el área. Sin embargo, también se maneja la hipótesis de que habría muerto a causa del golpe.

Lo que la familia tiene claro es que, al parecer, se trató de un accidente como resultado de un juego. “Habían estado forcejeando con unos amigos, y en ese vaivén es cuando él se golpea y quiebra una de esas lámparas de la pileta. No han estado peleando, han estado jugando...”, dijo Laura Ramírez, tía del ahora occiso, quien cursaba el tercer año de básica.

Ronald vivía en la coop. Sergio Toral, en el noroeste de la urbe, pero todos los fines de semana pasaba donde su abuela Teresa Ortiz, en el sur. (I)

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Quiero que se haga justicia, aunque tal vez el otro (quien lo habría lanzado) lo hizo por muchachada; pero ya no va a estar con nosotros, mi nieto era un chico sano, él no se metía con nadie.Teresa Ortiz, abuela