En síntesis, este es un caso de estudio sobre lo que no se debe hacer en política exterior, pero Ecuador no quiere aprender.
(...) enmendar la política internacional en todas sus formas y expresiones es una necesidad, no un lujo.
Ojalá este y otros Gobiernos sepan aprovechar este escenario de discusión y, con ello, mejorar sus políticas públicas por el bien del país.
No sé si me da pena o más bien vergüenza ver escuchar al presidente de mi país decir en foros nacionales e internacionales que su mayor legado será controlar a la prensa, vencerla como poder fáctico, cuando hay miles de ecuatorianos en el desempleo, cuando seguimos en el subdesarrollo o en el no desarrollo, cuando miles de familias lloran a sus muertos por la delincuencia y la violencia.