Cuba entró en la era pos Fidel Castro. El líder de la Revolución que desafió a EE.UU. y convulsionó a América Latina fue enterrado ayer tras una semana de multitudinarios homenajes.

Los restos de uno de los protagonistas del último siglo, que gobernó con mano de hierro durante casi 50 años, reposan ya en el cementerio Santa Ifigenia en Santiago de Cuba.

Su hermano, el mandatario Raúl Castro, depositó la urna con las cenizas dentro de una piedra ovoide que lleva una placa de mármol verde oscuro en la que se lee en relieve: Fidel, según fotos oficiales.

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“No hubo discurso, fue muy sobrio, solo las cenizas fueron enterradas ante la familia, miembros del Gobierno y funcionarios”, dijo la número tres del Gobierno francés, la ministra de Medio Ambiente, Segolene Royal, una de las invitadas extranjeras a la ceremonia, que no tuvo acceso a la prensa.

Fidel Castro, quien falleció el 25 de noviembre a los 90 años, fue enterrado junto al mausoleo del héroe independentista cubano José Martí.

Así finalizó una semana de multitudinarios tributos al exguerrillero barbudo que montó un régimen comunista a menos de 200 km de EE.UU. y fue implacable con los opositores.

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Ahora Cuba abre una nueva página sin Fidel, quien deja un legado que desata odios y amores. Muchos lo recuerdan como el que universalizó la salud y la educación gratuita. Otros como el dictador que envió a la cárcel o al exilio al que se le opuso.

Muchos cubanos creen que la isla mantendrá el rumbo que trazó Fidel y que ha prometido continuar su hermano Raúl Castro, quien gobierna desde 2006 y estará al frente hasta febrero de 2018, aunque después mantendrá su máximo cargo en el Partido Comunista de Cuba.

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“A corto plazo, probablemente no habrá muchos cambios en Cuba tras la muerte de Fidel. Habrá mucha cautela, especialmente con el próximo gobierno de (Donald) Trump en Washington”, opinó Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano en Washington.

El sábado, durante el último acto de masas en memoria del histórico dirigente, el presidente juró que defenderá la revolución socialista: “Ante los restos de Fidel (...) juramos defender la patria y el socialismo”.

Sin apartarse del régimen de partido único, Raúl Castro está empeñado en una serie de reformas para oxigenar el modelo de corte soviético mientras avanza en el proceso de acercamiento con EE.UU. iniciado en diciembre de 2015. En lo inmediato deberá enfrentar la desaceleración de la economía golpeada por la crisis en Venezuela, su mayor aliado.

“En momentos en que Raúl pasa la antorcha a la próxima generación, es muy importante que aceleren las reformas, porque el camino económico actual es insostenible”, afirmó Ted Piccone, un experto en América Latina del Brookings Institution. (I)

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No estatuas
Deseo de Fidel

Sin culto a la personalidad
El presidente Raúl Castro, que trata de despejar las dudas sobre el futuro sin Fidel, dijo que convertirá en ley el último deseo de su hermano: prohibir las estatuas o monumentos en su memoria: “(Fidel) rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida”.