Tareck el Aissami, vicepresidente de Venezuela, desvinculó ayer al gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump, de las sanciones que el Departamento del Tesoro estadounidense le impuso por presuntos nexos con el narcotráfico.

El Aissami calificó las penas como “un coletazo” de la gestión del expresidente estadounidense Barack Obama, con apoyo de la oposición venezolana y grupos de presión estadounidense.

“Venimos de una inercia imperialista de dos administraciones que han sido enemigas manifiestas de Venezuela y han hecho todo lo necesario para derrocar a la revolución bolivariana”, dijo el funcionario a la televisora privada Televén, en referencia a los gobiernos de Obama y George W. Bush.

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Caracas ha evitado chocar directamente con Washington desde que tomó posesión, en enero. Pero Trump ya declaró el viernes que EE.UU. tenía “un problema con Venezuela“, tras una reunión con su par peruano, Pedro Pablo Kuczynski.

En tanto, el líder opositor Henrique Capriles volvió a mencionar que la única salida a los problemas de Venezuela es realizar elecciones. (I)