Deseo exteriorizar mi honda preocupación por la elevación exagerada de la planilla expedida por la Empresa Eléctrica de Guayaquil para el periodo del mes de mayo, el cual cumple su vencimiento el próximo 9 del mes en curso.

En enero del 2017 nos llegó una planilla a pagar de 26,21, aunque diciembre es un mes de alto consumo por los focos y demás detalles navideños, sin embargo, llegó a ese valor normal que pagamos promedialmente, pues somos una familia pequeña de tres miembros (uno de ellos de 9 años), y no tenemos mayores artefactos eléctricos encendidos. Pero en febrero del 2017 nos apareció una planilla de 64 dólares, y presenté el reclamo en el chat de la página de la Empresa Eléctrica de Guayaquil, tal como me indujeron a hacerlo los miembros de esa entidad. Pasaron unos días y me respondieron que según la revisión interna lo que hizo consumir más electricidad en mi hogar fueron dos razones: la primera, el medidor era antiguo y debía ser reemplazado por otro moderno, y segundo, el panel que rodea el medidor estaba oxidado y debía inmediatamente cambiarlo. Para mi sorpresa, la Empresa Eléctrica no hace ese trabajo, yo tenía que contratar electricistas, pero el cambio de medidor sí lo hicieron a los pocos días, los proveedores de la empresa en mención; mientras yo contraté a electricistas particulares e hicieron los cambios del panel. En los meses de marzo y abril llegaron las planillas con un promedio normalizado de 31 dólares, que se compadecían con lo dicho por el empleado que me atendió en el chat de la página web de la Empresa Eléctrica, incluso recomendé a mis amigos el buen servicio que prestaban a través de ese sistema informático. Pero el 3 de mayo recibí una planilla más elevada que la de febrero, por 71,18, dólares o sea más del doble, así que me metí nuevamente al chat de la página web de la Empresa Eléctrica, chateé con la persona encargada, me solicitó los respaldos y códigos, tomé fotos de las planillas pasadas, del medidor y les di todo lo que me pidieron. Al rato una señorita me responde que según la revisión que efectuaron en 5 minutos, el cobro estaba correcto, que ese será el precio promedio que pagaré de aquí en adelante –¿o sea, si no enciendo nada y me voy de viaje, igual me saldrá el mismo precio a pagar?–; le dije esto y ella indicó que los dos meses anteriores no eran los precios reales, pero que a partir de esta panilla esa era la cifra real correcta. ¡Cómo es posible aquello si no he comprado ningún artefacto nuevo, si el consumo es el mismo, si mando a lavar toda la ropa en una lavandería, no tengo aires acondicionados?, ¿cómo es posible que me salga tanto consumo? Pregunto, ¿para qué sirven las majestuosas hidroeléctricas que construyeron con el dinero de los ecuatorianos, pues nos vendieron la idea de un país sin cortes de luz y con planillas más baratas; y resulta que exportamos energía a varios países, que, según referencias de entendidos, les sale a ellos más barato que a los propios consumidores ecuatorianos; entonces para qué gastar tanta plata en esas megaobras si en las planillas de consumo de la clase media sale más del doble de lo normal?(O)

Gabriel Caicedo Antepara,
Periodista, Guayaquil