En Nicaragua están en juego la vida, la seguridad personal, la libre expresión, opinión y reunión. Nadie puede quedar indiferente ante esta situación; de esta manera inicia el comunicado de los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que alertan sobre una agresión sistemática, continua y creciente del gobierno del presidente Daniel Ortega contra todos los nicaraguenses.

Al evaluar la duras cifras que han dejado más de 400 muertos y 2.500 heridos desde el inicio de las movilizaciones ciudadanas, los miembros de la SIP reiteraron la solicitud a la comunidad internacional, realizada a durante la visita a Nicaragua de la misión de la SIP y de Reporteros sin Fronteras, a insistir en mecanismos de diálogo con el Gobierno de Nicaragua que desemboquen en una salida democrática a la crisis política y social.

En esta etapa de violencia y crisis institucional, los periodistas y medios de comunicación independientes, así como los ciudadanos críticos al gobierno, son un objetivo gubernamental y de los grupos paramilitares que actúan protegidos por el Estado. Dentro de las víctimas se cuentan los periodistas nicaragüenses que asumen grandes riesgos para informar en este clima de violencia y caos, y que por esa razón son amenazados, agredidos, detenidos, difamados, y son objeto de ataques físicos que devienen en muerte, dice el comunicado.

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Finalmente, expresaron su solidaridad con la prensa independiente. "Responsabilizamos al Gobierno del señor Ortega por los hechos de violencia contra los medios, los periodistas y sus familiares; exigimos el cese inmediato de los actos de agresión, intimidación y amenaza; y demandamos que se investiguen de manera exhaustiva todos los actos violentos, y se hagan cumplir las medidas de protección a periodistas y sus familiares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos", expresaron. (I)