La mayoría de habitantes del barrio Las Delicias y de las calles Padre Lino Campesan, Néstor Barahona, Jorge Chiriboga y Los Laureles dice sentir alivio al ver reconstruido el edificio del Comando de Policía de San Lorenzo, frontera norte de Esmeraldas. Pero no olvidan la pesadilla del atentado con coche bomba que destruyó aquel cuartel hace un año.