La ciudad de Nueva York dio a conocer este jueves su última arma en su larga guerra contra las ratas: una trampa a base de alcohol.
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La máquina llamada Ekomille atrae a las ratas con cebo y luego dispara una trampilla que las deja caer en un charco de líquido hecho a base de alcohol, donde mueren ahogadas.
La ciudad de Nueva York dio a conocer este jueves su última arma en su larga guerra contra las ratas: una trampa a base de alcohol.
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