Por: Gladys Rivadeneira

Juan Sebastián Chamorro, líder de la oposición al gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua, y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, relata la organización de la sociedad civil para enfrentar el atropello a los derechos humanos y la concentración de poderes de un presidente que lleva quince años consecutivos en el poder. Visita Ecuador a propósito del 174.º Periodo de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que tiene previstas dos audiencias sobre el sistema judicial y la Ley de Amnistía.

A diferencia de las protestas en otros países latinoamericanos, Ortega no contestó con diálogo ni con revisión de elecciones, sino que contestó con fuego y metralla... Contabilizamos 328 muertos (por las protestas del  2018)”, Juan Sebastián Chamorro, líder de la oposición al gobierno de Daniel Ortega. 

Pregunta: ¿Qué lo trae a Ecuador?

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Respuesta: Acudiremos a la CIDH en representación de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que surgió a partir de las protestas de abril del 2018, (luego) de un proceso de diálogo nacional, coordinado por la Conferencia Episcopal.

P: ¿Qué hace la Alianza?

R: En estos diecisiete meses nos hemos encargado de alzar la voz frente a la injusticia, un pilar importante de nuestro trabajo es la defensa de los derechos humanos y por eso la mitad de la Alianza está en Quito, dos miembros que fueron encarcelados el año pasado  darán su testimonio en la CIDH.

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P: A diecinueve meses de la crisis en Nicaragua, ¿cuál es la situación actual?

R: Hubo una segunda mesa de negociación y, entre febrero y junio de este año, se logró la liberación de 700 presos políticos, producto de la negociación en la mesa y de la presión internacional. Ahora, ellos y sus familias son asediados y no cuentan con un documento de liberación de toda culpa.

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P: En los ámbitos social, político y económico, ¿qué pasa en Nicaragua?

R: En lo social y humanitario tenemos 328 muertos, aún 130 presos políticos y más de 3000 heridos. A diferencia de las protestas en otros países latinoamericanos, Ortega no contestó con diálogo ni con revisión de elecciones, sino que contestó con fuego y metralla... En lo político, no existen libertades individuales, estamos, prácticamente, en un estado de sitio, militarizados, no hay libertad de expresión... con fraude electoral, (Ortega) se aseguró mayoría absoluta en el Legislativo para reformar la Constitución y reelegirse indefinidamente. Control absoluto de los poderes Legislativo, Judicial y Electoral. Atravesamos la peor crisis económica en los últimos 30 años, luego de las protestas, la economía se derrumbó.

P: ¿Nicaragua se está convirtiendo en otra Venezuela?

R: No, diría que la situación es diferente. Nicaragua no está sobre un pozo petrolero, los recursos financieros de Venezuela le han permitido a esa dictadura tener un margen de maniobra. Ortega no tiene fuentes externas de financiamiento... han sido cerradas.

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P: En los dos casos, hay una persistencia por el poder...

R: Sí, el mismo patrón se ve en Nicaragua como en otros países del llamado Socialismo del Siglo XXI: abuso total de las instituciones, aferramiento a la silla presidencial, fraudes electorales, violación de derechos humanos, restricción de las libertades, supresión a medios de comunicación independientes, es clarísima la influencia venezolana y cubana.

P: ¿Considera que la división de la oposición contribuyó a la crisis y al debilitamiento de la protesta social?

R: Ortega destruyó toda la institucionalidad opositora. En ausencia de partidos políticos, se da un movimiento popular generalizado, autoconvocado, un poco desagregado,  no diría dividido, que empieza a protestar (en abril del 2018). La Alianza busca catalizar todas esas fuerzas... Estamos formando una coalición opositora que impulse reformas electorales para adelantar elecciones.

P: ¿Esa sería la salida democrática a la crisis?

Sí, las encuestas indican que Ortega no llega al 20 % de intención de voto. La inmensa mayoría de Nicaragua lo quiere fuera. El problema es que para realizar elecciones adelantadas, previamente, debemos tener reformas electorales para que haya  integridad en el Consejo Supremo Electoral, una de las instituciones más corruptas.

P: La Organización de Estados Americanos (OEA) entrega un informe sobre Nicaragua, en Washington, en estos días, ¿cuál es la expectativa de la oposición al respecto?

R: La Carta Democrática establece la posibilidad de suspender al país (en la OEA)... Para nosotros  está bien, un castigo diplomático porque pone en evidencia un régimen dictatorial.

P: ¿Esto reforzaría la idea de adelantar elecciones?

R: También está la opción de una resolución de ilegitimidad de ejercicio (del Gobierno), por la  violación de los derechos humanos en Nicaragua. (I)