Dilan Cruz, un estudiante de secundaria de 18 años, murió dos días después de ser alcanzado en la cabeza por un proyectil lanzado supuestamente por agentes antimotines durante una protesta. Su caso que impactó en la sociedad colombiana, inició un debate sobre el uso excesivo de la fuerza y lo convirtió en un símbolo para muchos manifestantes jóvenes.

A medida que se difundió la noticia de su muerte, los manifestantes comenzaron a congregarse este martes para un “cacerolazo” cantando “¡El Estado lo mató!” en la calle de Bogotá en la que resultó herido.

Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los sindicatos más poderosos del país encabezó la primera reunión entre el gobierno y algunos sectores de la protesta en la sede presidencial, que concluyó sin acuerdos. 

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En medio de la ola de protestas que ha recorrido el continente sin un factor común, en Colombia las calles se volcaron contra el presidente Iván Duque y su impopular gobierno. Casi siete de cada diez colombianos desaprueban su gestión, según una medición a noviembre de la encuestadora Invamer.

Por qué protestan los colombianos

Los manifestantes también rechazan la corrupción, la que consideran falta de acción del gobierno para detener el asesinato de cientos de activistas de derechos humanos y de líderes indígenas, y la implementación por completo de un acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC que Duque intentó modificar sin éxito.

La muerte el lunes en la noche de Dilan Cruz comenzó a generar críticas sobre las tácticas de dispersión del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD), que incluyen gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.

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El Comité Nacional de Paro exige el desmonte del ESMAD y la depuración de la policía.

Cruz, de 18 años y quien se convirtió en un símbolo de las protestas, resultó herido el sábado al recibir un impacto con un proyectil de gas lacrimógeno en el cráneo cuando un grupo de manifestantes enfrentaba a la policía que intentaba impedir los desórdenes y bloqueos a calles del centro de Bogotá.

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Contra reforma tributaria

Los organizadores de la protesta también exigen el "hundimiento de la reforma tributaria" que se debate en el Congreso e incluye recortes de impuestos a las empresas.

Aunque la reforma fue aprobada el año pasado y entró a regir en 2019, la Corte Constitucional la derogó en octubre por vicios de trámite lo que obligó al gobierno a presentarla de nuevo.

Las protestas han dejado hasta ahora cuatro muertos, cientos de heridos y millonarias pérdidas materiales por la destrucción de autobuses y estaciones de pasajeros. (I)