Los ministros de Relaciones Exteriores, José Valencia, y de Defensa Nacional, Oswaldo Jarrín, defendieron la operación de sobrevuelos de vigilancia aeromarítima que se realizan en territorio ecuatoriano con aviones radares de Estados Unidos para el control del narcotráfico.

Ambos funcionarios acudieron este jueves al llamado de la Comisión legislativa de Soberanía y Relaciones Internacionales para que expliquen la denuncia pública realizada por el exembajador de Ecuador en Estados Unidos, Francisco Carrión, quien advirtió la falta de normativa bilateral para la operación de los sobrevuelos.

Carrión no acudió a la Comisión presidida por Fernando Flores (CREO), lo que provocó el reclamo de legisladores de la Revolución Ciudadana, quienes en protesta abandonaron la sala, señalando que no hubo la coordinación suficiente de la Comisión para asegurar la presencia de Carrión, de quien deberían partir las investigaciones.

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Valencia relató que el pedido de renuncia al exembajador fue solicitado por el presidente Lenín Moreno a mediados del mes de diciembre, pero que acordaron dejar pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo antes de notificar la decisión, por lo que se oficializó el 6 de enero. Cuestionó que en el texto de la renuncia, Carrión haya incluido conceptos “infundados” sobre la falta de normativa para la aplicación de la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

El canciller reveló que en 2018 y 2019 Estados Unidos solicitó autorización de 53 sobrevuelos con aviones radares, aunque aclaró que tres no se dieron; pero que dentro de ese tiempo se logró detectar y luego capturar 30 toneladas de droga.

Aclaró que la operación de los aviones radar estadounidenses en territorio nacional no tienen objetivos militares, no afectan a la soberanía sino que ayudan al combate al narcotráfico, y que los procedimientos operativos y logísticos están establecidos en los convenios internacionales y de cooperación bilateral vigentes y de permisos de sobrevuelos de cada uno de los vuelos; pero que ahora se trabaja en la elaboración de un convenio para organizar la cooperación que incluirá permisos de sobrevuelo de los aviones radar de Estados Unidos, financiamiento y más procedimientos.

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El ministro de Relaciones Exteriores, en su exposición, reiteró que la soberanía nacional no se vulnera al combatir al narcotráfico y que las operaciones de los aviones radar estadounidenses tienen un claro objetivo de lucha contra el narcotráfico a través de la interceptación de navíos sospechosos, apoyar en el encausamiento de personas sospechosas en el marco de la Ley ecuatoriana y disuadir el uso marítimo de territorio ecuatoriano por parte de mafias de narcotraficantes.

Aclaró que el Ecuador no posee aviones radares de largo alcance, y que tampoco posee el presupuesto de $500 millones anuales que implica la operación de ese tipo de aeronaves con alta tecnología. Que Ecuador continuará realizando su parte dentro de este compromiso de Estado con otros países como Colombia, Perú y países de Centroamérica.

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Para el caso de Ecuador, la parte operativa del convenio para el combate contra el narcotráfico es el Ministerio de Defensa Nacional. El ministro Jarrín, en su comparecencia, aclaró que la estrategia para el combate al narcotráfico fue diseñada por el Ministerio que él preside y no por Estados Unidos.

Que desde el Ministerio de Defensa Nacional salió la estrategia del triángulo de seguridad y que está diseñada de manera regional que involucra a Ecuador, Colombia y Perú, y que lo que se ha hecho es conseguir la cooperación internacional para aplicar la estrategia, que incluye efectos de disuasión, añadió. (I)