Las estaciones de servicio del país están sobreabarrotadas de combustible –entre gasolinas, GLP y otros productos– debido a la contracción de la demanda por la crisis sanitaria que frena la movilización para evitar que se propague el coronavirus.

Esto preocupa a las gasolineras, pues sus ventas han caído hasta en el 90 %.

El ministro de Energía, René Ortiz, admitió el miércoles, en entrevista con Radio América que estos días “no hay quién compre combustible”. En el país funcionan 1128 estaciones de servicio, entre las que comercializan gasolina y GLP doméstico.

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“El consumo está bloqueado desde el punto de vista del ‘Quédate en casa’”, dijo en alusión a la campaña que el Gobierno Nacional impulsa.

En el país rige el estado de excepción desde el pasado 16 de marzo, que busca frenar la propagación del COVID-19.

Además, desde el día 17 hay toque de queda a nivel nacional, que restringe la libre circulación de las personas.

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El ministro reconoció que debido a esta situación “estamos sobreabarrotados de combustible”.

Datos del Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables reportan que desde el 1 de marzo hasta el 23 de marzo pasado “existe una disminución total de -59 % del volumen total en la demanda de derivados de combustibles”.

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La mayor contracción la registra la gasolina súper con una caída del 92 % en ese periodo, reporta dicha cartera de Estado ante un pedido de información de este Diario.

Le siguen la gasolina ecopaís y diésel premium, con -77 % cada una; extra con -74 %; diésel 2 con -43 %; y gas licuado de petróleo (GLP) con -21 %.

Las gasolineras del país, que despachan súper, extra, ecopaís y diésel premium, mantienen sus operaciones pese a la disminución en la demanda, según voceros del sector y transportistas pesados.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Gasolineras del Guayas, Leonardo Alvarado, informó que las ventas en las estaciones de esta provincia, Los Ríos y Manabí han caído entre el 80 % y 90 %.

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Anotó que esta última cifra se registra en las gasolineras ubicadas en áreas rurales o que son pequeñas, es decir, despachan 150 000 galones al mes o menos.

Aseguró que la situación es ‘preocupante’, y dijo temer que algunas estaciones no tendrán cómo pagar a sus empleados.

Por eso pidió a Petroecuador y a sus comercializadoras que les permitan pagar después por los derivados que compran, ya que de momento los ingresos no les alcanzan.

Una parte de los usuarios de las gasolineras confirmó que la atención continúa, pese a la crisis sanitaria.

El presidente de la Cámara de Transportes Pesados de Pichincha, Camilo Jarrín, remarcó que no hay desabastecimiento de combustible y que se están respetando los precios oficiales.

Él señaló que el problema que experimentan sus agremiados es que no hallan comida cuando circulan entre provincias o cantones. (I)

El consumo (de combustibles) está bloqueado desde el punto de vista del ‘Quédate en casa’, (que) ha logrado que la demanda se contraiga. No hay quién compre combustible”. René Ortiz, ministro de Energía.