La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, durante la cumbre extraordinaria de líderes del G20 pidió respaldo a estos países desarrollados para concretar una serie de políticas económicas frente a la crisis generada por el coronavirus.

La directora consideró fundamental el apoyo a las economías de mercados emergentes y en desarrollo para que puedan superar el impacto de la crisis y recuperar el crecimiento. También hizo hincapié en el apoyo que debe haber desde los Estados a los más vulnerables y a las grandes y pequeñas empresas a fin de ponerlos a flote. De lo contrario, dijo, tomará años superar los efectos de las quiebras y despidos generalizados.

Explicó que estos países emergentes se ven particularmente afectados por una combinación de crisis de salud, interrupción repentina de la economía mundial, fuga de capitales hacia activos seguros y – para algunos – caída brusca de los precios de las materias primas. Y son el principal foco de nuestra atención”.

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Disponemos de una sólida capacidad financiera, de $1 billón, que podemos utilizar en su defensa, en estrecha colaboración con el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales (IFI). Sin embargo, dijo que un número excepcionalmente grande de países requieren en forma simultánea financiamiento de emergencia del FMI.

En este sentido, pidió el respaldo de los países del G20 para duplicar la capacidad de financiamiento de emergencia del FMI. Además pidió reforzar la liquidez mundial a través de una asignación especial de DEG (derechos especiales de giro), “como lo hicimos eficazmente durante la crisis mundial de 2009, y ampliando el uso de servicios tipo swap en el FMI”.

.@KGeorgieva a líderes del #G20: El reto humano y económico planteado por el #coronavirus es enorme. El golpe es especialmente duro para las economías de mercados emergentes y en desarrollo, en las que está centrada nuestra atención. https://t.co/JP6qryfNLA #G20VirtualSummit pic.twitter.com/DTuVAOZ5Sf

Finalmente, respaldar las medidas adoptadas por los acreedores bilaterales oficiales para aliviar la carga de la deuda de los países miembros más pobres durante periodos de desaceleración mundial.

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En su declaración explicó que el organismo multilateral ve una contracción mundial en 2020 y una recuperación hacia 2021. “Cuán profunda será la contracción y cuán rápida la recuperación dependerá de la velocidad de contención de la pandemia y de la solidez y coordinación de nuestras medidas de política monetaria y fiscal”, dijo.

A la par, agradeció a Arabia Saudita por haber convocado esta cumbre extraordinaria y dijo que de esta manera se puede “cerrar filas como comunidad mundial para proteger la vida de las personas y salvaguardar la economía mundial”.